martes, 1 de febrero de 2011

My Destiny

Siempre lo estuvo pero nunca lo supo, hasta ese día.

Dios! No puedo dejarte, por favor, tú no puedes dejarme, no te vallas! Resiste por favor! dijo suplicando a Martín. Éste sólo se limitó a gemir del dolor provocado por el accidente.

No… ¡No! Por favor respóndeme… dijo Camila ante el último suspiro que había dado su amigo Martín. .. Te amo… dijo cerrando fuertemente sus ojos y apretando la polera de su amado que se encontraba tirado en el piso. Dios! Te amo, te amo! ¿Cómo pude ser tan ciega hasta ahora?! se dijo para sí misma con lágrimas en los ojos que pronto recorrían sus heladas mejillas. Palabras que su amado no pudo escuchar por su inexistencia.

Martín en la vida de Camila era sumamente importante. Hasta horas antes de lo ocurrido, Camila pensaba que era su mejor amigo, que era por ellos que sentía ese gran amor por él sin duda no supo interpretar. Tampoco supo interpretar las señales que le daba Martín hacia ella. Eran claros gestos de amor, de declaraciones, pero Camila era de las personas que piensan que a veces es mejor tomar las cosas como bromas para no ser de esas que piensan las cosas equivocadas. Lamentablemente, no le funcionó su manera de ser.

Hace días atrás, Martín había tomado la decisión de irse de la ciudad de Hamburg, Alemania. Por motivos de estudio, de trabajo. Camila no le agradó que la dejase sola, ya que el viaje, quizás, iba a ser de años. Ambos con veinte años, edad suficiente como para empezar a verle un futuro a tu vida. Camila se despidió de Martín esa mañana, al hacerlo, ambos se miraron, como si en verdad quisiesen decirse algo de hace años. Pero ninguno dio la iniciativa, ninguno habló a pesar de eso tan fuerte que sentían, pero que no se atrevían llamar amor. Camila se fue hasta la universidad en la que estudiaba mientras que Martín, en su auto, se fue hasta el aeropuerto para dirigirse a Nueva York, Estados Unidos.

¿Has sentido ese arrepentimiento insoportable por no haber hecho algo? Pues bien, Camila sentía ese mismo sentimiento en su mente, en su cuerpo, en todos lados. No podía concentrarse para nada en la clase en la que estaba, encima la que más le agradaba. Se sentía intranquila, nerviosa, presentía algo terrible pero no sabía que, sólo sabía que tenía que ver con Martín.

… Estás bien, Camila? preguntó un chico llamado Yonathan, muy buen amigo de Camila en la universidad. Camila sólo se limitó a observarlo fijo en los ojos, como buscando una respuesta a todos los sentimientos que sentía en ese momento, las manos le sudaban y no podía detener su pie que involuntariamente se movía.

Será mejor que vallas al baño sugirió su amigo. Camila lo miró intensamente, que de la nada ya estaba cruzando la puerta del salón de clases y no para dirigirse al baño, propiamente. Salió casi ahogándose de allí, como si estuviera todo lleno de humo que le impidiera respirar. Sacó las llaves de su auto desde su cartera, una vez adentro, lo encendió y sin cuidado alguno, condujo en camino al aeropuerto. En el apuro, tuvo que parar, ya que algo grave parecía estar sucediendo unos metros más adelante, en la calle. Sus manos sudaban aun más y su preocupación más que ansias se apoderaban de ella. No aguantó más, que sin pensarlo dos veces, abandonó su auto y corrió hasta donde estaba el problema en la vía de vehículos.

Al precipitarse a mirar, sus ojos decayeron, sus ánimos, su nerviosismo, todo pareció haber desparecido por un momento, el cual no duró mucho, ya que otra mezcla de sentimientos se apoderaban de ella. Pena, tristeza, rabia consigo misma, arrepentimiento, la famosa pregunta de “¿Por qué no lo hice?” estaba puesta en su mente y nadie podía sacarla de allí.

¡Oh Dios mío!! gritó con toda desesperación al reconocer el accidente, al reconocer el vehículo, al reconocer a su amigo. Luego de éstas palabras se precipitó hasta la zona en donde estaba tirado Martín, iba a toda prisa hasta que alguien la detuvo en seco.

Lo siento, no puedes pasar le dijo un policía que estaba resolviendo el asunto junto con otros más y también con la ayuda de enfermeros y ambulancia.

No! Por favor, déjeme pasar!!, no me aleje de él … por favor terminó diciendo con sollozos.

Lo siento, debes mantener distancia dijo deteniéndola con los brazos y comprobando así, la fuerza que era capaz de tener aquella chica.

Se lo ruego, ¡Déjeme pasar! dijo llorando amargadamente y mirando a los ojos al policía que la detenía. Éste no puedo evitar notar el sufrimiento que se lograba reflejar por medio de los ojos de Camila, que se conmovió dejándola pasar.

Camila, sin detenerse llegó hasta donde estaba el cuerpo tirado de Martín, con heridas muy graves, sangre por todos lados y su rostro totalmente dañado. Camila no se fijó en aquellos detalles, si no que sólo le limitó a tomarle la mano y mirarle a los ojos una vez que ya se encontraba a su lado.

¿Cómo es el destino, no? Cruel, significativo, bueno, malo. Haz de clasificarlo como quieras, claro que al leer esto seguro que pensarás que es una mi#rda. No te asegures del todo, que a veces el destino puede una vuelta de trecientos sesenta grados para bien.

Ya era un año de que su amigo y amado Martín había fallecido. Sus sentimientos por él de apoco se iban apagando hasta llegar al punto de amarlo por lo que fue: por un gran, buen y mejor amigo. Sabía que no podría sustituirlo nunca con otro chico que fuera igual de bueno que él, ya que Martín, en cierto sentido, fue muy importante para Camila. Aun así, su corazón no tenía las puertas cerradas al amor, todo lo contrario. No se trataba de sustituir, como ya mencioné, si no de darse una segunda oportunidad, cosa que Martín siempre mencionaba.

Yonathan era un chico de su misma edad quien conoció recientemente ese año, al iniciar con los estudios en la universidad, en simples palabras, eran compañeros. Su amistad se fue agrandando con el tiempo hasta llegar a una gran confianza. Camila se sentía bien teniendo alguien con el que siempre podría contar. Era un chico calmado, con esto me refiero de no muchas fiestas y de poco alcohol, justo como era Camila y a la vez Martín. Tenían mucho en común ambos, Camila lo quería muchísimo, pero Yonathan la quería aun más, él la amaba.

Sabemos cual es la diferencia de un Te quiero a un Te amo. ¿No?.

Pero esto era sólo un secreto que tenía Yonathan consigo mismo. Era tan cohibido con algunas cosas, justo como estas, que no se atrevía contarle nada a nadie. Por ende, Camila no sabía nada al respecto. Y Yonathan se esforzaba por decírselo, pero no por palabras, si no que por gestos y señales, las cuales Camila no lograba notar, historia repetida con Martín, pero no te preocupes, apresurado lector, que Yonathan no termina sus días de vida con un trágico accidente.

En unos días libres que les habían dado la universidad a sus estudiantes, por ser invierno, Yonathan pensó en una manera de desestresar a su amiga de tanto estudio que tenía metido en la cabeza. En un local llamado “C14”, el cual era apto para bailar, beber y divertirse ente esas cosas, invitó a Camila una noche. Ella aceptó aunque no le agradara tanto esos lugares, pero pensó de manera positiva ante el asunto, pensó en que podría, en vez de bailar, conocer a alguien nuevo, cosa en la cual no se equivocaba.

Llegaron a eso de las 9 p.m. al local, que se encontraba en pleno centro de la ciudad. Al entrar, estaba lleno de gente, en la pista de baile se podía notar humo, ya sea parte del espectáculo y también de cigarrillos. En la barra había algunas personas sirviéndose alcohol y había también rincones y espacios con cómodos sillones los cuales eran para la gente que sólo quería conversar un rato en grupo en un ambiente como ese. En uno de estos rincones, Yonathan llevo a Camila para que se sentase mientras él iba a buscar algo de beber, Camila asintió y esperó a que su amigo volviera con las bebidas un tanto alcohólicas.

Estaba un poco lleno, ten le dijo Yonathan a su amiga que se encontraba muy tranquila echada en sillón. Ella tomó la bebida y tomó un pequeño sorbo. Eso es todo lo que bebes? Le dijo su amigo.

Sí, sabes, debes conocer que no bebo tanto. le dijo Camila. Su amigo le sonrió y luego bebió de su vaso. Voy al baño, si? Yonathan asintió. No te vallas a ir le dijo con aire de desconfianza pero a la vez de broma.

Claro que no, como se te ocurre contestó el chico sin soltar su vaso que sostenía en su mano derecha. Anda, que yo espero le dijo tratando de ser convincente a pesar de que fuera verdad.

Camila confiaba en él, y si decía tales cosas con aire desconfianza era sólo para molestar. Los baños estaban del otro lado en el cual estaban ellos, por lo que el recorrido significaría largo y difícil, ya que tendría que pasar por toda la gente que estaba bailando en el centro. Decidida por saciar sus necesidades, se encaminó hacia el tocador. Paso por la gran masa, debo decir que le costó demasiado, ya que todos la apretujaban y no faltó alguno que se pasara de listo. También casi le derraman bebida alcohólica en su ropa, pero se salvó y salió ilesa. Una vez dentro del tocador, que por cierto estaba vacío, se miró al espejo. Estuvo medio minuto mirándose a los ojos y recordando cada momento que había estado con Martín. Estaba claro, Camila aun no olvidaba por completo a su amigo. Se convenció de dejar atrás todo lo que había pasado, quiso convencerse a sí misma de todo lo pasado, queda en el pasado. Luego de secar algunas lágrimas inevitables en sus ojos, decidió salir. Comenzó a caminar mirando el piso, cosa por la cual chocó accidentalmente con un chico mucho más alto que ella.

Oh, lo siento mucho… dijo Camila al notar el brusco choque en su cuerpo. Al tornar la mirada, notó que un chico bien alto, con ropa ajustada y un tanto extraño en la manera de peinarse estaba frente a ella.

Haha, no te preocupes, está todo bien…dijo el chico anónimo, hasta ahora. Camila lo miró, sorprendida quizás, ya que llevaba un peinado extravagante. Específicamente llevaba un mohicano, tenía el color de pelo negro sin mencionar sus uñas y ojos pintados, junto con todos los accesorios que colgaban de él. Disculpa, ¿Cómo te llamas?.

… Camila… respondió sin quitar la mirada en su cabello, razón la cual ya sabes.

¿Qué tiene mi cabello? ¿Se echó a perder? preguntó tocándoselo con la mano libre que tenía, ya que en la otra, llevaba un vaso con bebida alcohólica.

No, no… para nada, sabes incluso es el más perfecto que he visto dijo la chica con una sonrisa en su rostro. El chico le sonrió como manera de responderle.

¿Quieres venir conmigo hasta el sillón? preguntó el chico de pelos parados a Camila con sana intención de conversar más tranquilos y no en medio de esa masa de gente bailando.

Sabes, no es mala idea, pero vine con un amigo y me está esperando… dijo la chica casi lamentándose de no estar sola ese mismo momento.

Oh…ya veo dijo el chico con un aire de desilusión. Pero al mismo instante, se borro de su rostro y dijo. pues, dile que venga, es tu amigo, no?a esto, Camila, si se puede decir de alguna forma, se contentó, ya que esa oportunidad de conocer a alguien, la cual se había propuesto para ella misma, podría ser posible.

De acuerdo, ¿Dónde estás sentado? Así voy a buscar a mi amigo y tú me esperas…

No pero vamos, yo te acompaño le dijo, apoyando su mano libre en el hombro de la chica. Camila no puedo evitar sentir cosquilleos inexplicables por ese acto.

Está bien fue lo único que se limitó a decir.

Ambos se dirigieron hasta donde Yonathan esperaba. Continuaba tal y como estaba antes que Camila se fuera al baño, sólo que con menos bebida en su vaso.

Hey, al fin llegas, y con… em… Con? dijo extrañado el amigo de la chica al notar que detrás de ella estaba el chico con su extravagante peinado.

Él es… Oh, ¿Cómo es que te llamas? preguntó Camila dándole la espalda a su amigo.

Bill… Bill Kaulitz dio como respuesta el nuevo chico con una sonrisa en su rostro y manteniendo su mano en el hombro de Camila.

Oh… pero dime si tú no eres famoso? preguntó asombrada Camila. Siempre escucho tu nombre, pero no me dedico a buscar fotos dijo con una pequeña sonrisa.

Si, soy cantante, pero no hablemos de eso, debería estar sentado por allá indicó mirando y semi-apuntando con la mano que sostenía su vaso. Por lo mismo, mis guardaespaldas deben estar como locos dijo riéndose de ello.

Vaya! Si no es loco todo esto? preguntó a su amigo que continuaba sentado bebiendo de su vaso, y con una expresión no muy cómoda en su rostro.

Claro, pillarte con un cantante no es algo que te pase todos los días dijo con un tono molesto, pero que Camila no se preocupó en notar y menos Bill.

Bueno, Bill me ha invitado a su rincón, en donde podemos conversar mejor, vienes? le comunicó a su amigo, el cual puso una expresión más incómoda que la anterior. Camila al notarlo, se acercó a él y le preguntó ¿Qué te sucede?

Nada, nada… dijo bajando la mirada de vez en cuando.

Entonces, vienes? insistió la chica, al parecer, segada de los sentimientos que estaba experimentando Yonathan al saber que Camila estaba interesada en pasar tiempo con el chico alto nuevo de pelos parados ante de que con él.

No… dijo negando con la cabeza creo que es mejor que me valla.

¿Qué? No, ¿Por qué? dijo la chica asombrada.

Claro, no seas negativo fue lo único que atinó decir Bill. Pero sus palabras no cayeron bien en los oídos de Yonathan, al parecer, el amigo de Camila no tenía interés alguno en pasar tiempo con el afamado cantante y, puedo decir con seguridad, que los celos se estaban apoderando de él. Yonathan, al escucharlo, sólo se limitó a mirarle con esa mirada que quiere transmitir rencor. Y no era para menos, el chico quería pasar tiempo con la chica que amaba y que alguien venga a frustrar tus planes no debe ser algo agradable.

Yonathan, por favor, ven con nosotros le insistió Camila con una mirada y sonrisa que trató de que fuera encantadora. Yonathan, a pesar de que amaba sus expresiones y, para resumir, cada aspecto de ella, no podía resistirse a las miradas que ella colocaba. Sin embargo, mantenía firme su decisión de irse, ya que, además de pensar en sus sentimientos, también pensaba en los de su amiga. Si ella quería estar con ese alguien nuevo, no iba a impedírselo. Así, Yonathan se acercó a Camila y al oído de ella le dijo.

Mira, no quiero sobrar entre ustedes, te ves interesada y respeto eso. Sólo ve y diviértete, pero siempre piensa que ahí estaré yo, para cualquier cosa. Al terminar de decir esto, Yonathan se despidió de Camila con un beso en la mejilla mientras que a Bill sólo le dijo un “Adiós” un poco despreciable. Camila quiso detenerlo y poder convencerle una vez más, pero fue inevitable ya que el amigo de la chica iba ya saliendo del local cuando ésta quería lograr decirle algo. Camila se sintió un poco dolida y responsable por el comportamiento de su amigo y más por cómo había terminado la noche para él. Sin embargo, Bill seguía allí.

Bueno, espero que sigas con las ganas de pasar un tiempo conmigo se animó a decir Bill apoyando su delicada mano en el hombro de Camila, logrando rodear su cuello. Ella, sin saber por qué, sentía cosquilleos, sentía un poco de nerviosismo y no lograba entender por qué. Antes de dar un suspiro bien profundo, se animo a contestarle.

De acuerdo, haber si puedo quitarme este sentimiento amargo de encima.

¿Qué sentimiento es ese? preguntó demostrando en su rostro real preocupación por algo que, quizás, sonaba un poco simple. Cuando la chica estaba decidida para responder, Bill la interrumpió. No, espera, vamos al sillón hacia allá y ahí me cuentas… la chica asintió con la cabeza.

En varios pasos y pasando através de mucha gente lograron llegar hasta el rincón en donde estaba situado Bill. Al parecer, no estaba sólo.

Al fin llegas Bill, como si el baño estuviera en la otra cuadra dijo uno de los chicos que estaban ahí.

Si, Ehh….Bien, estos son mis amigos Gustav y Georg dijo señalando a un chico rubio y otro de pelo lacio y castaño bastante claro. y él es mi hermano gemelo Tom dijo señalando a un chico de trenzas negras con un arete en su labio inferior y en ambas orejas y de ropas anchas.

Gemelo? se apresuró al decir Camila.

Si, aunque no lo creas, Hola soy Georg. le dijo a la chica saludándole de un agarrón de mano.

Que tonto eres, si Bill ya te presentó dijo el gemelo de Bill al chico de pelo liso. Éste sólo se limitó a reírse para adentro.Encima, esas no son maneras de saludar a una chica, Hola linda dijo Tom a Camila dándole un lento beso en la mejilla y agarrándola por la cintura, acto por la cual Camila no evitó sonrojearse, pero no demasiado ya que nadie lo notó, al parecer.

No seas sin respeto Tom! Ella está con Bill que no ves? Le dijo el chico rubio al de trenzas.

Sólo le enseño a Georg cómo dirigirse a una chica, está bien? Ohh, pero claro, se me olvida que el chico tiene novia!

Como sea Tom, eres un inmaduro. dijo Georg al escuchar las palabras de Tom cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado haciendo mover su cabello extremadamente liso.

Bien chicos, paren si? Estoy con una… chica… y se ponen a discutir?

Sí, Bill tiene razón…dijo Gustav, el chico rubio y de lentes, luego de esto la saludó.

Haber, ya, chico de trenzas es Tom, chico de lentes es Gustav y chico de pelo liso Georg, es así?

Sí, veo que memorizas rápido dijo Bill a la chica luego de tomar un sorbo de su bebida que aun sostenía en la mano.

Un gusto de nuevo dijo Tom, dejando de lado una bebida que se estaba tomando Bueno, me iré a ‘hacer de las mías’ un momento, los veo luego. Acto seguido, Tom se encaminó hasta la masa de gente que bailaban en la pista, poco después Bill y los chicos lograron ver a Tom coqueteando con una chica, que sin duda, ésta sería una diferente en algunos minutos.

Que fiestero es comentó Camila, el cual tuvo como respuesta la risa de los presentes, sinónimo de agrado hacia la chica.

Y bueno… Georg, acompáñame a buscar bebidas, si? dijo Gustav con un aire de planear o tener algo planeado.

¿De qué diablos hablas? Hay suficiente aquí como para… el chico hubiera seguido con su oración de no ser por la mirada de “que lento Georg” de Gustav. Fue cuando entendió el propósito de Gustav para dejar sólo a Bill con la nueva chica. Oh, claro, te acompaño… sí… luego de decir esas torpes palabras, se fueron ambos, el de castaño y el rubio, hasta la barra, perdiéndose entre la multitud.

Ven, siéntate… le dijo el chico a Camila, quien se encontraba parada con su vaso en la mano. Al escucharlo, ella cedió y se sentó al lado de Bill, lo suficiente como para que sus piernas rozaran entre sí. Qué simpáticos tus amigos. fue lo que Camila se le ocurrió decir para romper el silencio.

Hahaha rió el chico y no sabes que otras cosas a veces hacen.

De acuerdo, si no es agradable, no quiero saberlo. al decir esto con gestos y guiños en su rostro, Bill no pudo evitar reírse, en verdad, ambos lo hicieron.

Qué opinas del destino? preguntó, de la nada, la chica que bebía con poca frecuencia de su vaso y se concentraba más en la mirada del chico, la cual encontraba totalmente misteriosa y llena de sentimientos.

Del destino? … sabes, las cosas pasan por algo y uno debe aprovechar la oportunidad cuando el destino te la da. respondió lleno de sinceridad y seguridad en sus palabras.

Sí, pero que pasa si el destino te hizo una mala jugada? se apresuró a preguntar la chica.

Si es así, debes dejar atrás lo que pasó, lo que te hizo vivir y seguir adelante. Luego de esas palabras tomó un poco de su bebida, luego continuó. Son pruebas, debes ser fuerte para superarlas. Terminó explicando Bill a la chica, quien lo miraba atentamente.

Bill tenía razón, las cosas pasan por algo, ya sean buenas o malas. Si el destino pone frente a ti cosas magníficas debes aprovecharlas y saberlas utilizar. La vida depende mucho de la suerte, hay cosas que podemos controlar y otras que no, al final, salgan como salgan las cosas, la pregunta siempre es la misma. ¿Qué hubiera pasado si no hubiese sido de esa forma?.

Al día siguiente de esa noche, Camila llamó a Yonathan contándole lo bien que se lo había pasado y lo bueno y simpático que era el chico con quien estuvo esa noche. Yonathan, sólo la escuchaba y de vez en cuando le decía un “que bueno”, sin embargo, detrás de la línea telefónica, detrás de esa superficial voz y esos oídos quien escuchaba a la chica, estaba el chico con un cierto dolor, pena o sentimiento extraño de perder a alguien. ¿La estaba perdiendo en verdad? Camila no declaraba estar interesada en aspecto amoroso en Bill Kaulitz. Pero Yonathan estaba encerrado pos sus celos, por sus propios pensamientos que a veces no tomaba en cuenta las palabras “tranquilizadoras” que Camila le daba sin querer o sin saber, mejor dicho, como “… pero no me gusta” o “es atractivo nada más”. Aun así, el amigo de la chica seguía amándola, y cada vez que ella le hablaba de lo genial que encontraba a Bill, los celos junto con el amor que sentía por ella se hacían más fuertes, como un imán al aferrarse a un metal.

Bill desde aquella noche, no ha perdido la comunicación con Camila. De hecho le agradaba tanto la chica que siempre la llamaba cuando tenía tiempo, sin embargo no se han vuelto a encontrar frente a frente las caras otra vez. Camila con sus estudios y Bill con su carrera y fama.

El chico que conoció Camila aquella noche, a pesar de los lujos que llevaba, no lograba tener una vida feliz. Se sentía muchas veces solo aunque su inseparable hermano gemelo estuviera siempre con él. Sentía que necesitaba ser amado por alguien nuevo, por una chica. Y ahora, al tener la oportunidad de conocer a Camila se dijo a sí mismo, “Soy yo el que no me dejo enamorar, basta! No puedo dejar ir todas las oportunidades que se me vayan”. Y valla que tenía razón. Mil y un oportunidades se le ha presentado a Bill en su vida para enamorarse, sin embargo el chico era tan cerrado consigo mismo y envuelto en su propia idea de que con su vida no puede llevar novia.

Un día como cualquiera en la universidad, entra una chica nueva que nadie al parecer la conocía. El profesor la dio a conocer con el nombre de Michelle. Era una chica bastante atractiva como para llamar la atención de todos los chicos si quisiera, era de pelo castaño claro, ojos claros y tez blanca pero no lo suficiente. Nadie hizo mayor escándalo al verla y dentro del día paso desapercibida. Sólo hasta el almuerzo, hora en la que se acercó a Yonathan mientras este comía junto con Camila.

Lo siento, puedo sentarme aquí? preguntó la chica nueva al amigo de Camila, ignorando a la última por completo.

.. Puede? le preguntó a Camila el chico. La chica de rió y diciendo “claro, que crees que soy tu madre?” asintió. En ese momento Michelle se sentó.

Como te llamas? le preguntó la nueva a Yonathan. Éste le respondió, pero al segundo después ya estaba hablando de cualquier cosa entretenida con su amiga, ignorando a Michelle.

La chica nueva al notar eso, se para del asiento y se acerca a Yonathan, llegando hasta su oído le dice:

Te veo luego, si? dijo la chica nueva en susurro, cuidando que la amiga del chico no escuchara. A la salida, de acuerdo? dijo con una voz muy tentadora con la cual Yonathan aceptó la petición.

Camila al respecto, no supo nada, en ese momento solo miró a su amigo y quiso ignorar tal acción de la chica con Yonathan, pensó que si preguntaría sería de muy interesada.

Era hora de la salida y como de costumbre Camila salió junto con Yonathan.

Te puedo dejar hasta aquí, verdad? Lo que pasa es que… le interrumpió Camila por lo que no pudo seguir.

Claro, no me des explicaciones se apresuró al decir, acto seguido le dio un beso en la mejilla como solía hacerlo siempre. Te veo mañana si? Adiós. dijo ya estando lejos del chico.

Mientras que Yonathan esperaba ahí a Michelle, Camila se fue escuchando música hasta su departamento con su teléfono celular. Iba tan entusiasmada con la canción que se la iba tarareando todo el camino, hasta que una llamada entrante la hizo detenerse en seco.

“Llamada entrante: Bill chico cantante” anunciaba la pantalla de su celular. La chica sintió que se le revolvió el estómago sin saber por qué, haciendo que su rostro mostrara una leve sonrisa. Como fuese, se sacó los audífonos y contestó. La conversación que tuvieron no fue más de dos minutos. Pero aun así ambos quedaban con ganas de hablar más, pero el cantante no tenía tiempo para hacerlo, cosa que realmente le molestaba. Aun así, planearon juntarse.

Michelle era una chica proveniente desde el sur de Alemania que ha llegado hasta Hamburg, en donde vive Camila y su amigo. El aire que daba esa chica era principalmente de misterio. No se sabía con exactitud como reaccionaría frente a cualquier situación, para poder explicarlo mejor, diré que no se sabía a simple vista como sería su personalidad o su manera de ser.

Aquella tarde en la que Camila y su amigo por fin salieron de las clases de la universidad, Yonathan esperaba a Michelle sentado en una banca de ese lugar. Llevaba ya más de diez minutos esperándola, pensó que ella sólo jugaba con él así que cuando se había parado decidido para irse de allí, una mano que se posó en su hombro lo detuvo.

Pensé que ya no vendrías. le dijo Yonathan a la chica que estaba detrás suyo.

Como crees? No soy de las que dejan votados a los chicos que me interesan.

Así que te intereso?

Hmm se puede decir que sí, vamos por un helado?. le ofreció Michelle al chico, él asintió y ambos se fueron hasta un local no muy lejos de allí.

Estuvieron más de una hora. Al parecer se llevaban bastante bien y pudieron conocerse lo suficiente en aquella tarde. Yonathan sintió gran interés en ella de pronto.

Los meses pasaban y Yonathan estaba cada vez más tiempo con Michelle y sentía que cada vez la quería aun más. Pasaban largos ratos juntos, aquellos que antes pasaba con Camila. Aun así, el amor que sentía por ella no había ido del todo.

Es difícil querer olvidar a una persona. Yonathan quería hacer eso con Camila. Quería lograr sentir un cariño hacia ella pero solo de amigos. Quería olvidar todo el amor que sentía por ella y al parecer lo quería lograr interesándose en Michelle.

Yonathan! Ven quiero contarte lo que me pasó!. gritó Camila desde su asiento a su amigo, el cual estaba con Michelle en tres puestos más adelante. Este se dio vuelta y con la cabeza negó y le indicó que después le contara con las manos.

A Camila le extrañó mucho esa acción. Sentía que con el tiempo estaba perdiendo a su amigo y que cada vez se sentía más sola. Si no fuera por Bill que la ha acompañado de una cierta forma, estaría muy sola en estos momentos.

Te necesito, necesito a alguien que me haga compañía.

Sabes, quisiera estar ahí ahora mismo, pero tengo tan poco tiempo. Mira, estaremos de vacaciones estas semanas que vienen dentro de estos dos días.

Si? Que bueno… eso significa que?...

Que pasaremos tiempo juntos, no te parece genial?

Claro que sí, me siento muy sola.

De acuerdo, te veo dentro de dos día, de acuerdo? Debo colgar, sabes… te quiero…

Yo también… estos meses han sido duros y al conocerte han sido hermosos. Nos vemos... Adiós. Terminó diciendo Camila a Bill colgando el teléfono.

Se ha producido un cambio en la vida de Camila. Y lo que pasa es que Yonathan, al parecer, no es más su amigo inseparable. Nunca se llegó a imaginar que una chica lo alejaría tanto de ella. “¡Es sólo una chica! ¿Qué diablos le pasa?” Se decía y preguntaba a ella misma. No eran celos, solo que le molestaba que no supiera equilibrar las cosas. Su enojo era normal, ya que no tenía idea del fin que tenía Michelle en la vida de Yonathan.

Al ser así, Bill se ha convertido el chico con quien hablaba cada noche. Se vuelto su compañero, se convertido en una persona muy importante en la vida de Camila ya que siempre la ha escuchado todo este tiempo. Ambos se han aprendido a querer y con el tiempo han querido verse tan solo para sentir sus cuerpos cerca del otro. Bill lograba tener toda esa paciencia y comprensión que rara vez puedes encontrar en un chico. Yonathan era uno de esos, hasta que se le apareció una chica.

Mi modo de pensar

Camila.

No logro entender y no he logrado hasta ahora como es que Yonathan, ese chico amigo mío desde el primer día, me ha olvidado e ignorado por una chica que llega en un día x de su vida. Sinceramente me siento molesta y apenada, pensé que sería uno de ellos que nunca te abandonan, al parecer me he equivocado.

No sé, a veces pienso que cruzarme con Bill fue lo mejor que pudo haber pasado, quizás tenía que ser así. Dejar a Yonathan y quedarme con Bill. Aunque es algo totalmente diferente. A Yonathan lo quiero como un hermano, a Bill lo quiero… como algo más. Me siento insegura de ese sentimiento, tengo de miedo de que él me vea diferente, quizás me ve como una hermana y no como algo más. Pero lo único que me queda es esperar y ver con el tiempo.

Bill!. le dije al verlo parado frente mi puerta del departamento. La emoción que sentía tan sólo al verlo era inmensa, tenía esa enorme necesidad de verlo, hacía mucho que no lo hacía. Lo abrasé y le di un beso en su suave mejilla.

Al fin nos vemos. me dijo después de terminar de abrasarnos.

Lo sé, ven entra, así conversaremos mucho mejor.

Ambos entramos a lo que era mi departamento. Nos sentamos en el sillón y los temas de conversación fluyeron por sí solos. Era tan genial para mí conversar con él, podía expresarme con tal naturalidad que hacía todo más fácil y cómodo.

Bill al fin estaba de vacaciones, es por eso que podía estar en mi departamento, junto a mí, la suerte es, que yo también lo estaba y el tiempo juntos iba ser interminable.

Quieres viajar conmigo? Vámonos de vacaciones juntos, así nos olvidamos cada uno de nuestros problemas, te parece?. me dijo de pronto Bill. Quedé un poco sorprendida, pero la idea me sonaba perfecta, en verdad empezaba a querer a Bill y si se trataba de pasar tiempo con él, siempre sería un sí.

Una vez aceptada su petición, planeamos el viaje. Bill me ofreció ir a vacacionar a Francia, en donde su amigo Andreas tenía una casa en donde podríamos quedarnos. Bill me ha hablado de Andreas, pero no lo suficiente. Seguro será bueno conocerlo. Ahora me voy hacer las maletas, Bill al parecer no quiso perder tiempo: nos vamos mañana. Espero poder avisarle a Yonathan.

Yonathan.

Michell. Camila. ¿Qué se supone que pienso?. No encuentro la manera de resolver esto que en verdad ni yo sé que es. Siento mucha atracción por Michelle aun así no logro olvidar y borrar ese interminable amor por Camila. Incluso me he alejado de ella y siento que es inútil. Ya ni le hablo y no entiendo por qué! Me siento horrible, la estoy perdiendo a ella en vez del sentimiento que tengo por ella. Michelle es muy linda, me comprende, yo a ella, nos comunicamos muy bien y tenemos mucho en común. Pero siempre pasa que te terminas enamorando de la persona equivocada. Hubiera sido mejor conocer a Michell antes que Camila. Así para enamorarme de ella primero. Pero las cosas pasan por algo y en verdad espero que ese ‘algo’ sea bueno. Desde que conocí a Michelle, que son ya cuatro meses, hemos hecho una muy buena pareja, no estable, pero creo que para eso va. Algunos amigos me lo han dicho, pero a la vez me preguntan por Camila y es ahí en donde recaigo. Como sea, la cosa es olvidar este amor pero no perderla! Dios! Debo pensar las cosas que hago y espero poder hablarle nuevamente como solía hacerlo antes de todo, antes de Bill y Michelle.

Pero es que ese es mi otro problema! Bill el cantante Kaulitz. Desde que apareció sentí todo esto por Camila más fuerte aun. No me agrada ese tipo. Serán los celos que hacen que me caiga mal, no lo sé. Pero si es alguien que hace feliz a Camila, deberé aceptarlo.

Hola? Camila?? . dije al contestar mi teléfono celular muy extrañado y sobresaltado al ver que era Camila.

Si… como has estado? La verdad es que no sé mucho de ti últimamente y no sé por qué.

Lo sé, mira quiero que… no me dejó terminar, ella me interrumpió.

Yonathan… sólo llamo para contarte que me iré mañana a Francia con Bill. Estaremos de vacaciones y no sé, sólo quería avisarte por si extrañas mi presencia.

Oh, claro, nada solo anda y diviértete… cuando te dé la gana de nuevo llámame haber si podemos hablar más, cuídate, adiós.

¿Por qué le terminé hablando así? No solía hablarle así, Dios! Saben, solo la olvidaré, quiero estar feliz alguna vez en esta vida y parece que sólo podré serlo sin Camila a mi lado.

Bill.

Al parecer, la vida o el destino me han dado una oportunidad y esta vez la aprovecharé. Camila es muy buena persona, es una chica en la que confío y que con el tiempo he aprendido a querer. Quizás llegue el día en que la ame, quien sabe. Por ahora, estamos como amigos y un poco más que eso, al parecer. Entre nosotros se concentra ese ambiente en donde no necesitas palabras para comunicarte, que tan sólo con la mirada le dices todo.

A veces me pongo a pensar en el amigo de Camila, este Yonathan. Camila me ha contado que se siente mal por que se ha alejado de ella lo suficiente como para no hablar nada durante dos o tres días. Me preocupa que yo sea el culpable. Aunque Camila me asegure que no lo soy, esa idea no se me borrará de la cabeza. Se puede decir que quedará como una opción en mi mente del por qué la amistad que tenía Yonathan con ella se perdió.

Como sea, había estado tan ocupado con los chicos, de conciertos y todo eso que no había podido estar con Camila ni verla nunca más. Ahora al fin estamos con vacaciones, las únicas en todo un año. Debo lograr relajarme y todo, pero he querido hacerlo con Camila a mi lado, la extrañaba y ahora más que nunca deberé aprovecharla, sólo espero que ella se la pase tan bien conmigo como planeo hacerlo con ella.

Bueno quiero ir con ella, tienes algún problema?

No, no lo sé, siempre nos vamos juntos de vacaciones. me dijo Tom un poco disgustado de la idea de que llevara conmigo a Camila en las vacaciones.

Tom, nunca paso tiempo con una chica, dame mi oportunidad quieres?

Eso es verdad. dijo de la nada Georg que estaba del otro lado de la habitación.

Cállate Georg! No es asunto tuyo. gritó mi gemelo al de pelo liso.

Bueno, entonces estás de acuerdo en ir a Francia a visitar a Andreas y que yo vaya con Camila?

.. Si, claro, me conseguiré a alguna chica por ahí para no pasármela tan solo y para no sobrar entre ustedes.

Sabía que comprenderías! Gracias hermano!. le agradecí abrasándolo.

Bien, todo esta listo. Sólo queda que Camila tenga sus maletas listas y no dé pies atrás al respecto. Eso espero.

-------

Una vez en el avión, Bill pudo sentirse mejor, ya que antes no estaba seguro que la decisión de Camila fuera cierta. Ella estaba en un mal momento con su amigo, que quizás no querría irse con él y quedarse en Alemania con Yonathan.

El vuelo no era largo, ya estando en Francia, se dirigieron directo a la casa en donde Andreas, mejor amigo de Bill y Tom, pasaba algunos días. Al llegar, fue él mismo quien les abrió la puerta.

Chicos!! . gritó Andreas al ver a Bill y Tom a la afueras de su casa. Hacía mucho tiempo que no se veían y por ende se extrañaban mucho.

Hola Andreas! Como te va eh? dijo Tom luego de darle un afectuoso abrazo. Acto seguido Bill hizo lo mismo.

Todo bien, y dime ella es la chica de la que me hablabas, Bill?. dijo Andreas al ver a Camila detrás de Bill.

Si, ella es Camila, Camila él es Andreas, nuestro mejor amigo. Bueno vamos Tom a buscar las maletas. dijo Bill yéndose hasta el auto con Tom. Dejando a Camila con Andreas.

Y bien, tu eres la famosa Camila?

Famosa? De nada! ... iré a buscar mis maletas también. dijo Camila, cuando se dio la vuelta para dirigirse hasta afuera en donde estaba el auto, Andreas la detuvo.

Espera, déjame ayudarte. dijo el chico a Camila, ella asintió y fueron hasta donde estaban los gemelos.

Andreas era un chico de la misma estatura más o menos que Bill y Tom. Era de pelo largo y rubio, con un color de piel blanco, un poco pálido quizás. Era muy buen amigo desde la infancia de Bill y Tom. Aunque a veces fuera más apegado a Bill, eran los tres muy unidos.

Al entrar las maletas, Andreas les hizo subir hasta el segundo piso para que escogieran sus habitaciones, las cuales las opciones no eran muchas. Una habitación era la de él mismo. Al lado, había otras dos.

Me temo que deberás dormir con alguien, Camila. le dijo el chico rubio a la chica.

Descuida lo hará conmigo. dijo Bill. No tendrás problema no?

No lo sé, supongo que no… dijo la chica un poco indecisa.

Descuida, seguro mas tarde ya estarás segura de tu decisión. Quieren comer algo?. dijo Andreas, como si el tema estuviera zanjado.

Si! Por favor! Muero de hambre. dijo Bill.

Con esa expresión de Bill, se fueron todos a la cocina. Se prepararon algunas pizzas y luego, con bebidas en la mano, se fueron a sentar a living de la casa, el cual era bastante amplio. En todo caso, la casa era hermosa, y espaciosa. Tenía un gran jardín muy verdoso al igual que en el patio. En el segundo piso, además de las tres habitaciones, había un baño, una sala de estar y un balcón que daba con el frente de la casa.

La primavera ya empezaba y por lo que todo estaba lleno de flores y árboles verdes.

Al oír el estornudo de Bill, Camila no pudo evitar reírse.

Eres alérgico?

Que yo sepa no. dijo antes de dar otro estornudo.

Al parecer si lo eres…

Como dormiste conmigo anoche? Lo siento si fui muy molesto.

Molesto no… pareció que tuvieras frío o algo, te aferraste a mí como si fuera una almohada.

Oh… lo siento. dijo el chico sonrojándose un poco. suelo abrazar una almohada, quizás te confundí con una. bromeó el chico. Ambos rieron, justo después de ello, entra Andreas a la habitación.

Par de flojos levántense! Ya son las once de la mañana y aun en la cama!

Lo sentimos si? No es culpa mía que haya dormido tan mal anoche y que deba recuperar el sueño en la mañana. bromeó Camila tapándose con la sábana.

Qué? Dormiste mal??? dijo Bill destapando a Camila con una expresión de preocupación en su rostro. Al verlo, la chica río y Bill al notarlo supo que había caído en una broma.

Ok, basta de bromas, levántese que hay que aprovechar el día.

Donde iremos?. preguntó la chica liberándose de las sábanas de la cama.

Hay sol, así que con Tom decidimos ir a la playa. Supongo que quieren venir no?

Que bien suena eso!. dijo la chica. No Bill?

Si creo, sabes no me gusta mucho

A mi tampoco ha! Pero que bah, vamos a conocer y todo eso, no?

De acuerdo los dejo para que se levanten. terminó diciendo Andreas cerrando la puerta de la habitación.

Tal y como dice Bill, a él no le agradaba mucho la playa. No era de esos que llegan, se sacan la polera y se meten al agua. Más bien prefería sentarse en la arena y tapándose del sol, disfrutar de la brisa marina. Camila pensaba de igual forma, jamás mencionó que se bañaría, solo que le agradaba la idea. Además, no quería parecer negativa ante Andreas y menos ante Bill.

Una vez ya levantados y terminar de hacer la cama, cosa que les dio un poco de diversión, ya que se terminaron revolcando como niños con las sábanas, bajaron las escaleras para encontrarse con Tom y Andreas.

Ya están? Vamos?. preguntó Tom a su gemelo.

Si, ya está todo. dijo Camila con unos bolsos en sus brazos.

De acuerdo vamos. terminó diciendo Tom sin nada más que agregar.

Bill se dio cuenta de algo. Notó que su hermano estaba y se comportaba extraño. Un poco distante quizás. Bill sabía que algo le incomodaba, pero nunca fue a pensar que fuera eso, eso que jamás imaginó, viniendo de su hermano.

De acuerdo, ahora cuéntame qué es lo que te sucede, por que sabes que lo puedo notar. dijo Bill, quien estaba sentado al lado de su hermano en una silla plantada en la arena, mientras que Camila se fue con Andreas a comprar unas bebidas no muy lejos de esa playa.

Qué me pasa según tú? No tengo nada Bill. dijo Tom con la mirada pegada en el horizonte del mar.

Tom!. le dijo el chico de ojos pintados a su gemelo. No aguantaba que su hermano se guardara todos sus sentimientos por lo que siempre que le pedía que contara lo que le pasara, comenzaba a cansarse.

No me grites!. le miró desafiante Tom a su hermano.

Entonces dime! Sabes que no es bueno que lleves esos pensamientos y sentimientos allí dentro.

De acuerdo, tengo miedo. Contento?.

Miedo? dijo Bill luego de abrir ambos ojos como platos.

Luego de que Tom le confesara que sentía miedo a su hermano, Bill no puedo evitar seguir con sus preguntas. Sentía gran curiosidad y por supuesto preocupación. ¿Miedo de qué?. Al rato después llegaron Camila y Andreas. Los gemelos callaron, ambos al parecer estaban de acuerdo en esconder ese tema, que no se podría conversar bien hasta que estuvieran solos.

Luego de pasar esa tarde en la playa, se fueron hasta la casa. Ya era de noche y todos estaban cansados. Bill decidió hablar con Tom el día de mañana, por la tarde.

Camila, sabes… debo conversar algo con Tom. Seguro que él quiere que nadie lo sepa, podrías dar un paseo con Andreas mientras que dure nuestra conversación?. dijo Bill a la chica, cuando estaban sentados solos en el sofá.

Claro, no tengo intenciones de meterme ni nada en tu relación con Tom. De acuerdo, donde está Andreas?. preguntó la chica, y como si estuviera preparado, aparece Andreas en el pasillo.

Oye Andreas. le dijo la chica al rubio, mientras se paraba del sillón dejando a Bill solo sentado.Me darías un especie de Tour por Francia?, sabes quiero conocer mejor.

Que buena idea, de acuerdo. Vienes, Bill?.

No, sabes estoy cansado.

De acuerdo, deja ir por las llaves del auto, si?. dijo Andreas. Camila asintió y esperó. En eso aprovechó de despedirse de Bill.

Ok, te veo más tarde, no?.. le dijo acariciándole el rostro con cierta suavidad y muestra de cariño.Te quiero Bill. Al decir esto, no puedo evitar sentir esas mariposas en su cuerpo. Al mismo tiempo, los ojos de Bill brillaron. La abrasó y le dijo.

Yo también… eres muy importante para mí en estos momentos. No sé como pero lo eres. dijo Bill presionando su cuerpo contra el de la chica.

Luego hablamos, te quiero, adiós. terminó diciendo la chica y al mismo tiempo separándose del cuerpo y los brazos de Bill, al ver que Andreas entraba a la sala con las llaves del auto.

Ok, vamos. Nos vemos luego Bill, adiós. dijo el rubio a Bill. Éste sólo sonrió muy leve e hizo una seña muy corta con la mano. No pudo despegar su vista en Camila hasta que el auto estuvo fuera del alcance de su vista.

Bill era un chico muy celoso. Una característica no muy buena quizás, pero era inevitable en él, aunque se tratara de un amigo. Como fuese, quiso despreocuparse un momento por eso, era Andreas, su amigo. ¿Qué iba hacer?. Encima, el tema de Tom lo tenía mas preocupado aun y no iba evitar dejar pasarlo.

Tom..? dijo Bill tras golpear la puerta de, en ese momento, su habitación. Puedo entrar?

Claro, pasa. Qué quieres? le preguntó Tom mientras Bill entraba y cerraba la puerta.

Como que “Qué pasa”?.dijo Bill colocando sus manos en la cadera. Sabes que tenemos un tema pendiente, ahora, aprovechando que no hay nadie, podemos hablar mejor.

Como que no hay nadie?. preguntó Tom.

Si, Camila salió con Andreas. Pero bueno. dijo mientras se sentaba al lado de su hermano en la cama. cuéntame. le dijo mientras lo miraba atentamente.

Tengo miedo de… de que te alejes de mí. dijo Tom con la mirada clavada en el piso.

Que me aleje de ti? Pero como crees eso??. le dijo Bill muy extrañado.

No lo sé… Recuerdas cuando éramos pequeños?

Haha, claro! Si son muy buenos recuerdos, te acuerdas de aquella vez en la que… Tom le interrumpió.

Bill…cuando éramos de quince o catorce años. Éramos muy distantes y sabes por qué?

Por que estábamos en la pubertad, Tom. No me digas que… Tom le interrumpió nuevamente.

Sí, Bill. No sé si Camila llegue a alejarte o no de mí, pero no quiero que pase lo que nos pasó antes.

Tom… eso no fue sólo por que tú y yo tuviéramos novias… Estaban nuestros amigos diferentes también. Estábamos distanciados por que estábamos hasta en un diferente salón de clases. dijo Bill con el ceño fruncido.

Lo sé, pero es que quizás, ahora como están las cosas, esto, tan simple como una novia tuya, quizás nos… esta vez, le interrumpió Bill.

Tom!, Sabes que jamás te dejaría. Sabes que nunca dejaría que algo nos separe. Sabes que te amo y como gemelos que somos, no podremos estar separados y ahora más que nunca, por dios! Lo sabes!. terminó diciendo elevando la voz en las últimas palabras, mientras que se levantaba y se posaba frente a la ventana viendo como las hojas de los árboles de movían con el suave viento de afuera. Se sentía un poco frustrado.

Pero Bill no grites…

Como quieres que no me altere? Lo que dices, es otra forma de decir que el único que quieres que tenga una mujer a su lado, en su cama y en su vida eres tú. No seas egoísta!

Qué, pero qué diablos dices!. elevó la voz Tom a la vez que se levantaba de la cama y tornaba la mirada en su hermano, quien continuaba mirando hacia la ventana. Bill al notarlo, se da vuelta y ambos quedan frente a frente mirándose fijamente. No puedo creer que pienses eso de mi, Bill.

Siempre he sido el que nunca tiene mujeres. ¿Por qué no me dejas probarlo? ¿Qué tiene de malo que tenga una novia?

No es eso Bill, siento que podrá separarnos.

Pues piensas mal! Viste? Ya con ese pensamiento tuyo nos estás alejando.

Lo siento, está bien? Sólo quiero que salga de tu boca que jamás nos distanciaremos como antes.

Dios… dijo Bill en un susurro no muy suave al mismo tiempo que se acercaba a su hermano. Puso sus ambas manos en los hombros de su hermano y mirándole fijamente le dijo. Prometo nunca alejarme de ti, sea lo que sea. Está bien?

Bien… respondió Tom y al mismo tiempo lo abrasó.

Mientras que los gemelos resolvían el tema, Camila se divertía con Andreas en el centro de la ciudad. Andreas la llevó a conocer lo principal Camila y quedó encantada. En un momento, Andreas le propuso ir a la playa. Ya eran más de tres horas desde que habían salido de la casa, y Bill estaba un poco preocupado… o celoso. Estaba oscureciendo, aun así era el motivo del que Andreas había invitado a Camila hasta la playa.

Esta playa, de noche, se ve muy hermosa, debes verla. dijo Andreas abriéndole la puerta del auto a Camila para que bajase.

Caminaron hasta un bueno lugar, el sol se ponía, en una hora más, la luna ya estaba encima del mar.

Dios! Tienes razón, es hermoso. dijo Camila sentándose en la arena. Que relajante es esto. Pero creo que ya es muy tarde.

Si… susurró Andreas sentándose al lado de Camila, lo bastante como para rodear su hombro con su brazo. Te habían dicho que eres hermosa?. La chica al oír esto no pudo evitar lanzar una carcajada a cielo. De qué te ríes?

De lo cursi que sonó eso. Dime de qué película lo has sacado?. dijo la chica con una sonrisa en su rostro. Andreas sólo la miraba. La sonrisa de la chica se fue apagando. Heey, estás ahí?. Andreas no hizo nada más que besarla, tomado el rostro de ella y presionando sus labios contra los de ella. No fueron más de tres segundo cuando Camila apartó su rostro del chico. Diablos! Que haces Andreas!. dijo a la vez parándose y apartándose del chico.

Lo siento, no quise… No sé, me fuiste irresistible. dijo el rubio parándose de ahí también.

Qué? No piensas en Bill? Por Dios! Qué clase de amigo eres?

Lo siento por ser así! Desde que te vi me sentí atraído.

Eh?.... Camila estaba enojada, y a la vez extrañada. vámonos a la casa por favor. Ahora. dijo la chica de brazos cruzados. Andreas sólo asintió con el rostro agachado.

Mi modo de pensar # 2.

Camila.

No puede ser! Pero qué se ha creído ese teñido para besarme?? Me siento frustrada, enojada, de todo! Por Dios! Engañando a su amigo con la chica que podría ser su novia?... Por qué hablo en tercera persona?. Como sea, esa acción me desagradó y mucho. Me siento rara. Creo que lo mejor que puedo hacer es contarle a Bill todo lo que sucedió. No creo que se lo vaya a tomar mal. Espero. Dios! Todo siempre se me complica, en mi país o no. ¿Cómo estará Yonathan a todo esto?... Lo llamaré antes de hablar con Bill, en una de esas se le pasa el enojo extraño que ha tenido conmigo y puede que me de un consejo.

Hola?

Yonathan? Me escuchas?

Si, que pasa?. me dijo con una voz totalmente apagada, sin interés alguno.

Nada, sólo quería preguntarte como te va todo… Aun estás con Michelle? Qué onda eh?. le dije, tratando de ser más simpática para qué el fuera de igual forma. Aun así, no había caso.

Sí todo bien, algo más?

Yonathan! Que es lo que te sucede? Por qué estás así conmigo? Y no me vengas que son cuentos míos por que desde antes que me fuera, tú y yo ya ni hablábamos.

Lo sé… mira lo siento, sé que he estado bien molesto y aun no sé por qué. Cuando sepa lo que me pasa te llamo y hablábamos. Espero que estés bien.

Más o menos.

Has tenido problemas?

Más o menos también. dije mientras me sentaba en la cama de mi habitación, en la cual dormía con Bill.

Lo siento mucho, pero ahora no creo que pueda ayudarte.

Si, si puedes, lo sabes. O es que hay algo que YO no sepa?. ante lo dicho, sólo escuché un silencio no más largo que de tres segundos.

… creo, no lo sé. Hablamos otro día, de acuerdo?. dando un suspiro, le contesté.

… de acuerdo, Te quiero mucho no lo olvides.

Claro, adiós.

Sea lo que sea, haga lo que haga, diga lo que diga, Yonathan no cambia de actitud. Se me hace insoportable escucharlo así. Quiero al antiguo Yonathan, ese que siempre reía conmigo y siempre estábamos juntos. Espero que todo esto pase, en verdad.

Bien, ahora iré a hablar con Bill de todo lo que pasó con Andreas, Dios quiera que nada nos separe, si no, me quedaré completamente sola.

Yonathan.

Cuando sonó mi teléfono celular y al ver que era el número entrante de Camila, mi corazón latió a mil. No sé que fuera eso, pero sólo pasó. Al contestar, quise estar más calmado y la verdad, es que automáticamente tuve esa actitud con ella.

He querido que vuelva de Francia desde el segundo en que subió a ese avión. La extraño un montón pero aun no he podido olvidarla, así que lo mejor es que no hablemos mucho.

Con Michelle, ha! Ella. Sólo somos amigos. Nada sucedió y nada sucederá desde que supo que yo amo a Camila.

Qué es esta carta, Yonathan?

Qué?. respondí sin saber de lo que hablaba hasta que me dí vuelta y la vi a ella con esa carta tan privada mía en sus manos, yo sólo abrí los ojos como plato y quedé sin aliento.

“El amor de mi vida”, es en serio esto?

Michelle, que haces con eso? Donde lo pillaste?. le dije mientras se lo arrebataba de las manos.

Con que va en serio, y no me ibas a contar?

No veo por qué hacerlo. respondí mientras doblaba y guardaba la carta en mi bolsillo, el lugar más seguro e íntimo al parecer.

No? Estábamos a punto de hacernos novios y me escondes que amas a otra? Eres imposible.

No, tu lo eres, y quizás que yo también. Pero no debes y no tienes el derecho de husmear mis cosas!

Bien!

Bieen!!. dije muy molesto.

Desde entonces, nos ha costado a mí y a Michelle tener una buena relación. Sólo somos “amigos” y nada más. La amistad que tenemos no es nada especial, siendo así extraño aun más la que tengo o tenía con Camila.

Espero poder arreglar las cosas más adelante, por ahora no, pero sé que debo ser yo el lo arregle todo, del mismo modo de cómo las eché a perder.

Bill.

No puedo creer que Tom se comporte como un inmaduro y egoísta. Sabe muy bien que anhelo el amor, ¿Por qué me viene con cuentos de esa manera? Encontré realmente extraño su comportamiento. Nunca era así de sensible, nunca se fijaba en ese tipo de detalle. No sé que le habría dado, pero me sorprendió. Como fuese, está todo, de un cierto modo, zanjado. Espero que nada lo vuelva a turbar a él ni a mi ‘relación’ que tengo con Camila. Crean o no, ni un beso nos hemos dado.

Quise ir hasta la habitación, para acompañar a Camila un rato y es que adoro pasar el tiempo con ella. Un poco más y ya estaba en la puerta, no alcancé a abrirla por completo cuando escucho su voz.

… de acuerdo, Te quiero mucho no lo olvides.”

Mil preguntas se acomodaron en mi cabeza. Mil rollos me pasé tan sólo en un minuto. Ha colgado el teléfono, y DEBO preguntarle que es lo que sucede. Dios! No es mi culpa ser tan celoso.

Abrí la puerta por completo y ahí estaba ella, pareciera que iba a salir del cuarto.

Bill, bien, justo quería hablarte. me dijo dulcemente.

Bien, yo también. cerré la puerta y con llave, para que nadie interrumpiera.

Qué sucede? Es necesario el pestillo en la puerta?. preguntó al notar el sonido que hace al asegurar la entrada de la habitación.

No quiero que nadie moleste. Escucha...le dije mientras me sentaba en la cama, al notarlo ella me siguió. A quién quieres tanto? Para que le obligues a no olvidarlo? Lo siento si esto suena muy de celoso o cualquier cosa, sabes no puedo contener los celos, son insoportables pero… Camila me interrumpió.

Jaja, Bill!. dijo sonriendo. No debes por qué estar celoso, era Yonathan, ya lo conoces.

Oh… Oooh!. exclamé con cierta vergüenza en mi rostro. ¡Qué idiota soy!.Lo siento, que estúpido soy.

Nadie es estúpido aquí, todo está bien, Bill. Sólo lo llame por que ha habido problemas, ya sabes y bueno quise haber si se podían arreglar…

Y se arreglaron?. dije ya más liberado de esos estúpidos celos.

No… me respondió con la mirada en el piso.

Lo siento mucho…. le dije acariciando su rostro para que levantara la mirada.

… Gracias, pero bueno, debo contarte algo antes de que cualquiera llegue con el tema. No me gustan los rodeos ni los rumores ni nada. dijo levantándose de la cama y un poco nerviosa.

De acuerdo, dime que es. dije aun sentando donde estaba y la verdad no estaba preocupado o nervioso, como podía notarse en Camila.

Bien… lo que pasó es que, ayer cuando salí con Andreas, nos fuimos a la playa y entonces de la nada él me beso. Listo lo dije... terminó diciendo dando un suspiro. Al terminar de oírla mis ojos no podían estar más abiertos.

Andreas? Un beso? Por qué?. pregunté sin entender nada, cuando en verdad si lo hacía. Estaba muy confundido, no podía creer lo que acababa de salir de la boca de Camila.

Bill me dijo sentándose nuevamente a mi lado y tomando de mi mano.no tengo la menor idea de por qué lo hizo, yo no lo provoqué ni nada, no quería, me dio rabia y todo, en verdad, no sé en qué estaba pensando Andreas.

Yo... yo no sé que pensar.

Andreas.

No sé por qué lo hice, pero ya está. Es verdad lo que le he dicho, desde que la vi sentí atracción hacia ella, vaya a saber yo por qué. En el momento que la besé no pensé en nada más que yo. No pensé en Bill ni en nuestra amistad. Sé lo egoísta que suena todo esto, pero es verdad, parecía un momento único para aprovecharlo.

En este momento Camila le debe estar contando todo. Dios! No tengo ni idea como irá a reaccionar Bill con todo esto. Es difícil predecir sus acciones ante las cosas. Estoy realmente preocupado, he puesto en peligro la amistad que tenemos y en verdad no quiero perderla. Tendré que hablar con él tarde o temprano.

Ahora me voy a ver la televisión con Tom por un momento.

Qué están pasando?. le dije a Tom mientras me sentaba en el mismo sofá que él.

Nada interesante, la verdad lo mismo de siempre.

Que aburrido. Quieres algo de beber? Creo que quedan cervezas.

De acuerdo tráeme una. me respondió sin dejar de mirar la televisión.

Me fui hasta la cocina, la cual está conectada con la sala. Abrí la nevera y saqué dos latas de cervezas de las cuatro que quedaban. Al cerrarla y dirigirme nuevamente a la sala para ver la televisión con Tom, noté que Bill venía bajando las escaleras junto con Camila hasta el lugar en el que estaba con Tom. Yo sólo me fui hasta el sofá y dejé que Bill fuera el que hablara, cuando debiera hacerlo.

Como te sientas ahí, al lado de mi hermano, haciendo que nada ha pasado?. dijo Bill con un tono de voz firme y una mirada desafiante, una vez ya frente a nosotros. Tom me miró extrañado, mientras que Camila sólo estaba al lado de Bill. Todos me observaban, realmente, me sentía atacado.

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De qué diablos habla Bill? Qué pasa que no sé?. preguntó Tom, levantándose del sillón, totalmente perdido en la conversación.

Lo siento Tom, debo aclarar asuntos con Andreas, nos podrían dejar?. dijo Bill con la mirada en el suelo, Camila asintió y llevo a Tom hasta la habitación de arriba. Así, sólo quedaron Bill y Andreas en la sala.

Bien, tiempo de que me cuentes todo, Andreas. dijo Bill con aire de enojo en su voz y en sus expresiones. Andreas continuaba sentado en el sillón con la cerveza en la mano.

Mira, primero que todo, lo siento, si? No quise… fue interrumpido por Bill

No quisiste qué, Andreas? No quisiste que me enojara o que pudieras romper nuestra amistad? Ohh fíjate que te equivocaste de acción. ¿¡Cómo fuiste capaz!?. dijo Bill elevando su voz y comenzando hacer notar su enojo.

Lo siento! No sé en qué pensaba! No quise arruinarte ni nada! Y sabes? En verdad que te pone así? Ni siquiera son pareja en verdad. al oírlo, Bill quedó extrañado, de un cierto modo, era verdad lo que decía su amigo. Con Camila no había nada serio, hasta el momento.

Como sea Andreas, sabes todas las cosas que te conté sobre Camila. Mis sentimientos.

Está bien, lo siento una vez más. Debo confesarte lo que le dije a ella. Desde que la vi me atrajo. al escucharlo, Bill tornó su rostro extrañado, frunciendo el ceño y entreabriendo sus labios.

Qué!!! Como puedes…!!.– iba a continuar su frase, si no fuera por el celular de Andreas que sonaba sin compasión alguna. Andreas iba tomarlo para contestar. NO! Déjalo, estás hablando conmigo.

Y si es importante? Debo contestar.

Que no!. dijo Bill desafiante. Andreas no le iba hacer caso e iba tomar su teléfono celular que estaba en la mesa de centro, justo frente la televisión. Bill le ganó al hacerlo. Al tenerlo en sus manos, leyó “Chanelle está llamando”, vaya si que no pierdes el tempo, amigo. Oh, espera, si lo haces, con Camila. le dijo desafiante.

No pero Bill… el chico de los ojos pintados no le dejo terminar.

Pero nada! Y encima te andas con otra? No puedo creer que estés haciendo esto. Nunca lo pensé de ti, realmente. le tiró su teléfono celular que ya ha dejado de sonar. Guardó silencio un momento, negando con su cabeza.En serio no te reconozco, estás diferente, nunca pensé que fueras de esos tipos que andan jugueteando con todas.

Tu hermano es igual.

Va una a la vez por lo menos, no con dos al mismo tiempo, y jamás! Se atrevería a engañarme y jugar chueco con la mujer que estoy.

De acuerdo, pero… Bill le interrumpió.

Creo que un día más y ya. Pasado mañana nos iremos, o quizás mañana mismo. Se lo iré a contar a Tom y a Camila. En cuanto a nuestra amistad, no la des por perdida aun, siempre hay una segunda oportunidad, sólo que por el momento no. Debo tomar mi decisión aun. terminó diciendo Bill al que era su amigo. Luego se fue hasta las escaleras para llegar hasta la habitación, dejando solo a Andreas sentado en la sala con su lata de cerveza.

Al llegar al segundo piso, Tom y Camila estaban asomados en la puerta, como hubieran estado escuchando toda la conversación que Bill había tenido con Andreas.

Camila me contó todo, no puedo creerlo. dijo Tom al notar a su gemelo muy desganado, no era para menos, se sentía devastado y traicionado.

Si, pero bueno Tom no hablemos de ello, dormiremos y quizás mañana mismo nos vayamos.

Irnos?. dijo Tom. No quiero irme, tengo una cita con una chica, no me hagas esto.

Tom!. dijo Bill mirándole seriamente.ya no podemos estar aquí. Al menos yo no quiero y no puedo. Camila tampoco.

Si, es verdad, ya no quiero estar más aquí.

Pero Bill! Por qué… le interrumpió su gemelo.

Tom, siempre tienes citas y todas terminan igual, sabes a lo que me refiero. En Francia, Alemania, Inglaterra, donde quieres, consigues citas. Una más o menos da igual, en verdad debemos irnos. Tom dio un suspiro.

De acuerdo... Pero verdad eso eh?. dijo sonriendo. en mi vida, tengo citas por do quier. dijo con aire triunfador.

Ya cállate y empaca, mañana nos vamos por la mañana. dijo Bill, luego de esto cada uno a sus habitaciones.

Ya eran más de las nueve de la noche. Tom, su gemelo y Camila empacaron y luego se fueron a dormir. Tom se sacó todo lo que es ropa y sólo quedó en boxers, se lavó los dientes y se fue a dormir. Mientras que en el cuarto de al lado, Bill se puso su ropa para dormir mientras que Camila hacía de igual manera. Ella fue hasta el baño para lavarse los dientes, luego se fue a la cama. Bill hizo lo mismo y luego de apagar la luz, se acostó al lado de ella.

Qué harás ahora con Andreas?... me siento un poco culpable. dijo la chica.

No debes por qué, no tienes la culpa de nada que te quede claro. Ahora con Andreas, no lo sé… mi decisión aun no está tomada…

Bill, que somos nosotros?. preguntó la chica cambiando el tema, quien estaba acostada de lado, mirando hacia la pared.

A qué te refieres?. le dijo, mientras que abrazaba a la chica por debajo de las sábanas.

Somos amigos?, Escuché a Andreas decir que no éramos pareja de verdad.

Ya no me importa lo que diga él, por un tiempo. Quieres ser pareja de verdad?

No lo sé, ninguno se ha declarado. dijo la chica entre risas.

Camila, declaro mi amor por ti. dijo con aire burlesco y hablando como un caballero de edad media. La chica rió.

Que bueno saberlo, así puedo declararme a usted también.dijo la chica siguiéndole el juego a Bill.

Siendo esto así, junten sus labios en símbolo de amor.dijo Bill con el mismo tono burlesco.

De qué hablas Bill?. dijo la chica, tornándose nerviosa y sintiendo todas sensaciones raras en su cuerpo. El chico sólo dijo “de esto”, acto seguido giro el rostro de Camila y puso sus labios sobre los de la chica, suavemente. No más de cinco segundos, los labios se separaron.

Te quiero mucho, quiero que lo sepas. dijo el chico luego de acomodarse de nuevo para dormir, abrazado de Camila.

Yo también.la chica empezaba a cerrar sus ojos para dejarse llevar por sus sueños. Antes de dormirse, la chica soltó unas palabras.Gracias por existir. Bill que aun estaba despierto, le contestó.

Las gracias son hacia ti, creo que es algo más que cariño lo que siento por ti. Quizás estoy comenzando a amarte, y mucho. luego de callar, el chico se dio cuenta de que Camila dormía. Sonrió, besó a la chica en su mejilla y sin separarse de ella, se durmió.

Ya era de mañana, siendo las nueve y quince, Bill ya estaba levantado, terminando de empacar lo último que le faltaba. Contando este, solo cuatro días en la casa de su mejor amigo y todo ha resultado un fracaso. De pasar un buen tiempo, sólo lo hizo con Camila. Tom son su egoísmo y Andreas con su mala racha de amigo.

Heey… Tan temprano te levantas? le dijo la voz del que era su amigo, quien estaba asomado en la puerta de la habitación. No solías levantarte a estas horas.

Ssssh!. dijo Bill con la intención de que Andreas guardara silencio. despertarás a Camila, y si hablas mucho seguro que también a Tom. le dijo sin quitar la mirada en sus cosas que ordenaba.

Podemos hablar?, antes de que te marches. le pidió Andreas a Bill. Este, sin ánimos, asintió, aun así con la curiosidad de lo que le diría Andreas.

Una vez de haber terminado de ordenar, Bill bajó las escaleras y en la sala estaba esperándolo Andreas.

No quiero que te marches sin hablar y aclarar las cosas. dijo Andreas.

Lo sé, pero es que ahora no me siento bien como para arreglar las cosas. dio como respuesta Bill.

Mira, sé que te sientes mal, sólo quiero que me perdones, sé que fue mal acto de parte mía, no sé que me pasó.

Andreas, no quiero seguir escuchando esto, en serio. Ya es suficiente, muchos pretextos, muchas excusas ya me tienen cansado. Sólo deja irnos, de acuerdo?. terminó diciendo Bill al chico rubio, mientras se encontraba subiendo las escaleras para dirigirse al cuarto de su gemelo. Andreas bajó la mirada, estaba de igual forma muy mal. Quizás arrepentido.

Al llegar al segundo piso, fue hasta el cuarto de Tom. Al entrar, vio a su gemelo durmiendo como si fuera el último día en que pudiera hacerlo, incluso roncaba y se encontraba todo descubierto, con las sábanas en el suelo y la ropa también. En pocas palabras, era todo un desastre. Bill sonrió al ver semejante chico tan diferente e igual a él, al mismo tiempo. Se acercó hasta Tom quien seguía durmiendo con la boca semiabierta, y se sentó al lado de él, en la cama.

Eeh Tom… le dijo Bill para que éste despertase, al mismo tiempo que lo movía, sin embargo Tom no daba señal de vida, más que su respiración. Carajo, Tom!

Eeeh?. balbuceó el gemelo de Bill sin abrir los ojos. Qué te pasa, aléjate. le dijo moviendo los brazos y girándose hacia el otro lado.

Ya está Tom! Levántate que nos vamos. dijo Bill poniéndose de pie. Que te levantes!. le gritó Bill, al mismo tiempo que lo tiraba del brazo.

Bill… Bill! Idiota que haces? Noooo. se quejaba Tom mientras que su gemelo hacía el esfuerzo de levantarlo.

Era una escena cómica, en donde se podía ver a Bill tirando débilmente a su gemelo de la cama mientras que éste se aferra al colchón. De pronto, entre tanto escándalo de ambos, una voz los detiene.

Qué tanto p#to alboroto hacen? No ven que dormía? dijo Camila quien estaba parada en el umbral de la puerta entreabriendo sus ojos y restregándose el rostro.

Lo siento por hacer que te despertaras así, pero es que Tom no quiere levantarse.

Tom ya, párate, ni que fueras bebé para sacarte de ese modo de la cama. dio como respuesta Camila, luego de irse hasta el baño para lavarse y todo el asunto.

Ahí lo tienes, eres todo un bebé. le dijo Bill a su hermano.

Cállate que no sabes lo que hablas, hermanito menor.

Hubieran estado media hora discutiendo por tal estupidez, si no fue por Camila que tuvo que salir del baño para hacerlos callar.

Siendo ya las diez y treinta, todos despiertos y comidos de cualquier cosa que se hayan pillado, estaban listos para irse de Francia y regresar a Alemania, su hogar.

Los tres acarrearon las cosas hasta el auto, estando todo listo, era el momento de decir adiós.

Nos vemos Andreas, quien sabe cuando, pero nos veremos. Adiós. dijo Tom de manera no muy cercana al chico rubio. Luego de esto de fue hasta el auto.

Bill sólo le dijo un adiós seguido de estas palabras: “Espero que la próxima vez que nuestras vidas se junten, no seas la persona que jamás conocí”. Nada de abrazos y palabras afectuosas salieron de él, como solían salir en las despedidas que tenía con su amigo. Camila hizo lo mismo, solo una palabra y al auto. Andreas esperó a que el auto se fuera del alcance de su vista y luego se entró hasta su hogar. Al hacerlo, sintió ese gran vacío y silencio que estaba antes de que los gemelos llegaran. La diferencia era, que ahora era mayor. No hizo más que encender la televisión y coger un vaso de jugo. No miraba la televisión, no le tomaba atención, incluso ignoraba su sonido. Se sentó a pensar en su error y cómo poder remediarlo.

Sabía que la amistad que llevaban no estaba perdida, Bill mismo lo había dicho, “existen las segundas oportunidades”.

Tomó un sorbo de su jugo y mirando hasta el exterior de su casa desde la misma sala, pronunció estas palabras.

Adiós amigos, sé que lo son aun de mí.

Mi Modo de pensar #3

Camila.

Al llegar a Alemania, mi país, mi hogar, mi tierra, sentí que todo el lío que dejé aquí, trepaban sobre mí y me hacían caer. La diferencia era, que tenía a alguien nuevo que ayudaba a levantarme. Fuera por mí, ignoraría todo problema y empezaría de nuevo. La cosa es, que se trata de una amistad que no pienso perder sin justa razón.

Al pisar territorio alemán, me fui junto con Bill a su departamento, era tarde como para irme al mío. Al día siguiente, me alisté, me despedí de Tom y luego de Bill…

En serio, no puedes irte luego?. me pidió Bill como un bebé pide a su madre.

Lo siento, pero es que quiero ordenar mis cosas y todo eso, luego quiero arreglar problemas que me quedaron pendientes aquí. le contesté, colocando una expresión de cansancio.

Hummm… de acuerdo, te veo cuando?. me dijo, tomando de mi mano.

Luego, no te preocupes. le contesté sonriendo. te veo, adiós. me despedí de él, queriendo darle un suave beso en su mejilla. No pudo ser ya que el muy pillo me corrió la cara, terminando mi beso en sus labios. Le quedé mirando y él me sonrió. Agarré mi maleta y me fui.

Al llegar a mi departamento, todo estaba como lo había dejado. Sólo que con más polvo. Desempaqué y ordené lo que me pareció estar fuera su lugar. Lo sé, me encanta ordenar y que todo esté bien, a mi gusto. Luego de hacer el quehacer de mi hogar, me senté en el sofá y llame a Yonathan

Hola? Quién habla?. me dijo una voz femenina al otro lado de la línea telefónica.

Hola, si eeh… soy Camila, está Yonathan?

Claro, espera un segundo. me respondió amablemente. Ni idea quien era y no sonaba como la voz de Michelle. Luego de esperar menos de diez segundos, me habló la voz de mi amigo.

Yonathan, como estás?

Bien, y tú? En Francia aun?

Te llamo desde Alemania, ya regrese.

Oh…que bien. Como te fue?. me preguntó sonando un poco desinteresado. Le contesté que me había ido bien y que todo fue bueno. No quise alargar el tema. Eso no era para conversarlo hoy.

Escucha, necesito verte, podemos juntarnos?. le pregunté casi cruzando los dedos y suplicando que quisiera.

De acuerdo, donde?. el alivió se instaló en mi cuerpo. Le indiqué la dirección de una plaza no muy lejos de mi departamento y el de él, vivíamos solo a unas cuantas cuadras.

Ok, te veo allí. Adiós. me despedí de él y corté, luego de que Yonathan dijera lo mismo.

Me alisté y llegada la hora, salí para ir hasta la plaza con Yonathan. Al llegar, estaba ya sentado ahí en una banca. No me impresionaba que estuviera primero, siempre llegaba a los lugares antes que yo. Fui, lo saludé y me senté a su lado.

Que diferente estás. me dijo, observándome.

No lo estoy. le dije sonriendo.

Físicamente sí, quizás mas arreglada?

No lo sé. Escucha. Le dije mirándole fijo NECESITO saber el por qué te comportas así conmigo, Yonathan me duele no saberlo y no poder hacer algo al respecto. él me miraba, al contestar, miró cualquier otro lado, menos mis ojos.

No lo sé, sólo te pido que me perdones.

Perdonarte qué?! Esa es mi pregunta, de acuerdo, perdonarte tu actitud, pero que hice para que la tuvieras?

Está bien, lo confesaré aunque no haya vuelta atrás. esas palabras me dejaron extrañada. Que podría ser tan serio como para ser así conmigo?.

Lo que sucede es que todo este tiempo he estado… justo en ese momento cuando todo iba a quedar claro para mí, al fin después de todo este tiempo, sonó el teléfono celular de él. Oh, aguarda

No, no, Yonathan!. exclamé, no podía esperar más era una angustia que llevaba por saberlo todo. No sirvió ya que al segundo se encontraba hablando por su móvil. Luego de haber terminado, prosiguió, no con lo mismo, precisamente.

Lo siento, era Denisse. me dijo guardando su móvil.

Denisse? Ella fue la que me contestó verdad?

Sí, fue cuando me estaba vistiendo. Ella es la chica de la cual te conté una vez, recuerdas? traté de hacer memoria, precisamente recuerdo esa ocasión.

Claro, es la chica que no veías de hace mucho tiempo, amiga tuya…y ahora se te apareció?

Si, vino desde el sur. Es increíble, la extrañaba.

Que bueno, bien sigue con lo que me contabas, al parecer, lo que resolverá lo mal que estamos.

No tiene caso, mejor… le interrumpí.

No, Yonathan no. Para después, ya es muy tarde. Ahora, dime que mi#rda te pasa.

Yonathan.

No puedo, no puedo y simplemente no puedo. Por más que intento de que mis palabras salgan de mi boca, no lo logro. Es imposible, siento que estoy atragantado y que necesito liberarme, pero no puedo y me da rabia conmigo mismo.

En ese momento, el timbre del celular me estaba salvando. Por más que quise, me negué a seguir con el tema. Desde ahí, Camila se fue un poco molesta pero comprensiva. Siempre es así, una de las cosas que más me gustan de ella.

Denisse es una amiga de hace mucho tiempo. Ha llegado hace dos días y se queda en mi departamento ya que no tiene otro lugar. Es muy simpática y me agrada un montón. Espero que, sin contarle mis sentimientos a Camila, podamos continuar siendo amigos, de esos que éramos antes. Así le presento a Denisse y salimos a divertirnos un rato los tres. A no ser de que Bill, siempre esté entre nosotros.

Que resentimiento le tengo a ese jodido. Lo siento, es verdad. No aguanto. Desde aquella noche arruinó todo entre Camila y yo. Si no hubiera aparecido, que hubiera pasado? Seguro que todo estaría bien ahora.

--------------

Denisse no era un chica como Camila, para nada. Era mucho más atrevida, mostrada, llámalo como quieras. Aun así, a Yonathan le caía bien, eran amigos de hace dos años.

La idea de Yonathan no era mala. Era día sábado y quiso salir con Camila y a la vez con Denisse.

Al llegar al lugar indicado, todos se saludaron y debo decir que la impresión que tuvo Camila de la chica no fue muy agradable.

Algo tiene que no me agrada en serio. le dijo Camila a Bill una vez llegada de su salida. Se encontraba en el departamento del cantante, en el momento, estaban echados en un sillón abrazados.

Pero quizás te equivocas, quien sabe. Quizás sea para mejor en sus vidas.

No sé, no creo, es una corazonada.

Pero bueno, basta de cosas raras. Pidamos pizza?

Vives pidiendo eso, Bill. No te aburres?. le dijo la chica sonriendo.

Claro que no, que crees?. ambos rieron. pero bueno, deja ir por el teléfono. dijo levantándose del sillón. Camila asintió.

Luego de un par de días, Camila pudo tener más comunicación con la nueva chica. Realmente no era de su agrado, sentía que algo malo se tramaba o es que quizás sólo eran cosas que se le pasaban por la mente. Aun así, el plan que tenía estaba en marcha.

Creo que es buena idea, así nos podemos conocer todos mejor. dijo Denisse al saber el comunicado que tenía Camila para ella y Yonathan.

Genial, Yonathan no puedes faltar. el chico asintió. Luego de esto, Camila se fue del departamento.

Así que eres cantante eh?. dijo Denisse a Bill quien estaba sentado del otro lado de la mesa, al lado de Camila, tomándole la mano, en aquel sitio de comida.

Sí… no me gusta hablar de eso, quiero ser alguien normal, así que cambiemos de tema. dijo el chico sonriendo.

De acuerdo. asintió Denisse. No tienes novia verdad?. Camila frunció el seño. Al escuchar esto, levantó su mano derecha, la cual sostenía la mano de Bill.

No sé que pienses, pero por lo menos está conmigo. dijo Camila, muy seria ante el tema.

Ohh… como sea. dijo Denisse, teniendo como zanjado el tema.

De acuerdo, ya es tarde, me quiero ir. dijo Camila. No estaba para nada contenta en ese lugar y de cierto modo, lamentaba estar así, si tenía que ver con su amigo Yonathan.

Pero no!. exclamó Yonathan. Todos le quedaron mirando. digo… por qué? Si no es tan tarde…

Lo es para mí… lo siento Yonathan dijo levantándose de la mesa, al mismo tiempo que Bill le seguía Adiós. terminó diciendo una vez preparada para irse. Yonathan pronunció la misma palabra y Denisse no produjo sonido alguno.

Ya era una semana de esta salida. Camila sólo hablaba más con Yonathan que con la otra la chica. Como fuese, no dejaría que su amigo se le alejara más aun.

Una tarde, Denisse fue invitada a una fiesta. En general iría gente de todos lados, aun así, el evento era en una casa lo bastante amplia, perteneciente a un amigo de ella. Denisse quiso invitar a Yonathan y también a Camila, acto que Yonathan no comprendía, sin embargo Denisse lo hacía perfectamente. Como era de esperarse, Camila, la tarde de la fiesta, apareció con Bill que estaban a punto de hacerse novios.

Que bueno que estén aquí dijo Denisse al verlos. de acuerdo, vamos a la fiesta.

Sabemos que Bill y Camila no son de fiestas, pero a la vez sabemos que Camila asistió sólo por su amigo. Como sea, Bill y Camila estaban sentados en un sillón, un poco apartados de todo. En un momento Camila decidió ir al tocador. Bill asintió y le dijo que esperaría en el mismo lugar. Esta vez, Camila pudo llegar perfectamente al tocador. Cuando ella estaba ahí, sin sabes nada del exterior, Denisse se acercó a Bill, caminando un poco chueco y con un vaso de alcohol en la mano. Cualquiera diría que estaba borracha, pero en verdad, no lo estaba… para nada.

Camila te ha dejado solo?. dijo la chica sentándose al lado del cantante.

No, sólo fue al tocador y vuelve.

Mmm... Mira ven, quiero enseñarte algo.

No puedo… y no quiero, debo esperar a Camila.

Aish! Despégate por un momento de ella, si? Ven. le insistía Denisse al chico. Lo empezó a tironear del brazo, logrando que éste se pusiera en pie.

No, ya suéltame, no quiero. decía Bill. Una vez libre de las manos de Denisse, se dejó caer al sillón en el que estaba sentado. Al hacerlo, Denisse también lo hizo, cayendo al lado de Bill.

Bill, sabes lo lindo que eres?... le dijo acercándose a él. Bill no respondió e intentaba de alejarse, pero fue inútil.

Denisse en menos de dos segundos se lanzó hacia Bill, posando sus labios en los del chico y buscando acción en su boca. Bill quedó paralizado ante la acción de la chica, tenía los ojos abiertos como platos mientras que la chica experimentaba con su boca. No más de cinco segundos, Bill al fin reaccionó, separándose de la chica bruscamente. Pero fue inútil. Camila ya se encontraba desde las afueras del tocador observando la situación.

Mi modo de pensar #4

Camila.

Por qué es que soy una persona con tan poca suerte. La vida que llevo no ha tenido algo tan bueno como Bill, y ahora hasta él se ha convertido en mi#rda.

No pude creer lo que estaba viendo en la fiesta, no puedo creer que Bill se haya quedado saboreando la boca de esa chica. No puedo creerlo…. No. Negué con la cabeza sin dejar de mirarlo, hasta que su mirada se tornó con la mía. Quedé paralizada, extrañada, no lo sé! Era una situación totalmente extraña. Me dio rabia, pero no con Bill, sino que conmigo misma y no tengo mínima idea del por qué.

Bill ya comenzaba a caminar hacia mí, dejando a la amiga de mi mejora amigo… quien ha besado al que ya estaba por ser mi novio. ¿Cómo son las cosas, no?.

En fin, siendo esto así, no quise encontrarme con Bill, no quería nada más que salir de ese lugar. Antes de que diera, Bill, un paso, yo ya estaba trotando hasta la puerta. Salí casi corriendo para dirigirme hasta el patio de aquella casa, que era bastante amplio, demasiado diría yo. La casa estaba cerca de un bosque. El patio de esta era abierto, y daba con este bosque. Al llegar al umbral de la puerta principal para salir de aquella casa, me topé con Yonathan. Choqué con el muy brusco y él, a la vez me detuvo.

Camila, que te sucede?. me preguntó extrañado y sosteniéndome, mientras yo intentaba de liberarme para seguir corriendo. No le contesté, solo me quejaba e intentaba de salir de sus brazos. Dios, contéstame Camila!

No quise… o no pude. Las palabras simplemente no salían de mi boca, estaba tan envolvía en mis propios pensamientos que no comprendía lo que sucedía a mi alrededor. Mi mente sólo se limitaba a obligarme a la acción de correr, correr… Cuando al por fin me liberé de los brazos de Yonathan, hice caso a mi mente, cedí a ella y corrí hacia ningún lugar, como cualquier perro suelto que han tenido encerrado desde hace días. Estaba oscuro. No lograba ver muy bien, sólo era césped y matorrales decorados. De pronto, comencé a ver siluetas, sombras extrañas. Mi inconciente decía que eran seres extraños, pero mi mente me convencía de que eran árboles y lo eran. Luego, el césped se tornó más largo y los matorrales rasguñaban mi ropa. Comencé a sentir tierra entre mis zapatillas y muchas ramas con las que me enredaba. Sin ver muy bien y ya cansada de correr, cedí a mi cansancio, dejándome caer entre toda la maleza y oscuridad.

Bill.

Dios no! Como pude quedarme así ante Denisse, quien por cierto era una lanzada de mi#rda. Su mirada… Ohh Dios! Su mirada me cautivó, me hizo sentir culpable… y es que lo era. Quise salir de tras de Camila, sólo la vi correr, sin perderla de vista la seguí. No pensaba perderla, ella era una chica única, nunca conocí a alguien como ella, era especial, tenía algo que me hacía quererla… me hacía amarla. No podía perderla…No!. Me tope con mucha gente cuando iba detrás de ella, los cuales me impidieron ir más rápido que Camila. Ya había perdido gran ventaja. Cuando llegué al umbral de la puerta de salida, estaba Yonathan. Me detuve en seco. Y medio agitado, le quedé mirando. Él sólo me indicó una dirección, y yo la seguí. Estaba realmente oscuro el lugar, encima lleno de arbustos. Cuando noté que me encontraba en algo más que el patio de la casa, me comencé asustar. No por mí… por Camila. ¿Dónde diablos se ha metido? ¿Cómo haré para encontrarla en medio de esto?... Tenía tantas preguntas en mi mente, me envolvían. Comencé a caminar, todo el rato en la misma dirección que me había indicado Yonathan. Luego de un rato me comencé a desesperar. Cualquiera que se encuentre en un lugar sumamente oscuro, lleno de árboles, y arbustos, quienes a la sombra obtienen una figura extraña y tenebrosa, con una brisa helada y buscando a alguien que no se digna en aparecer comienza a desesperarse. A causa de eso, comencé a correr, inconciente de la velocidad que obtenía, hasta que en un momento tropecé con un tronco (a mi parecer, hasta el momento) que se encontraba atravesado en el camino. Me caí al suelo como cae un saco de papas. Me rasmillé los codos y parte de mis brazos. Pero eso no fue lo que más impresión me dio, sino que fue el gemido que escuché al tropezar.

Dios mío, gracias. Que diablos!! Haces aquí!?. agradecí al principio. Luego le pregunté. El ‘tronco’ que suponía que estaba ahí, era una de las piernas de Camila. Ella estaba sentada en el piso apoyada en un árbol, cruzada de brazos y mirando hacia el suelo.

Escapando de la mi#rda que me rodea. me dio como respuesta. Me sentí dolido. ¿Sería parte de eso?. Parece que hasta en un bosque no puedo escapar de ella. Si, era parte de eso.

Camila… escucha. dije mientras me posicionaba en cuclillas, estando más cerca de ella.sé lo que viste y lo siento mucho. Ella se abalanzó y bueno… sabes que no soy ese tipo de chico por favor créeme. No quiero…ella levantó la mirada, tornándola con la mía. no quiero perderte. terminé diciendo.

Sé lo que es perder alguien. Sé lo que se siente no tener a esa persona que anhelas tanto… sé lo que se siente cuando aquella persona no existe. ¿a qué se refería exactamente?. Sé que no se refería a todo este asunto. Sé que estaba pensando otra cosa. De pronto su voz me sacó de mis pensamientos. Sólo quería un poco de felicidad… de vivir mejor que como antes, de no cometer errores… de no repetir la historia. Pero todo no ha salido igual… sino que peor. Solamente ya no estoy sin esa persona… si no que además la persona que… decía, y comenzando a sollozar, continuó. la persona que me ayudó, que me levantó, que me sacó de ese hoyo negro y frío… se aleja de mí. terminó rompiendo en llanto. Esto no tenía nada que ver conmigo, lo sé. Me acerqué aun más para poder rodearla con mis brazos, acto en el cual ella se dejó. No debes disculparte de nada. me dijo entre suspiros entre cortados producto del llanto. sé que no eres así.

Sé que las palabras que ha liberado Camila son valiosas o es que significan algo. Debe haber alguna cosa que yo no sé, pero definitivamente no me quiero entrometer, si es que ella quiere es cuando lo haré. La ayudé a levantarse de ahí, tenía rasmillada su mano, al parecer también se había caído. La abrasé rodeando sus hombros con mi brazo y comenzamos a caminar de vuelta. Estaba medio asustado… no quería perderme. Después de unos minutos, logramos volver al patio de aquella casa, lo raro es que no se escuchaba ruido alguno ni tampoco se lograba ver luces encendidas. Camila y yo nos miramos extrañados y nos preguntábamos que había sucedido… o qué horas eran. Entramos a la casa por una ventana abierta que había y nos llevamos la impresión de que todos dormían donde hayan caído. Abrimos los ojos como platos y Camila se apresuró a ver la hora en su celular.

Dios! 6.45 a.m! No puedo creerlo. exclamó sin compasión alguna de los que dormían. Entre ellos estaban Denisse quien dormía tirada en el suelo apoyada de otros chicos y Yonathan... eh! Yonathan no estaba.

No puede ser…déjame ver le dije, mientras sacaba mi celular. Cómo es que se fue tan rápido la hora? A qué hora fue que te las diste de fugada?. le dije echando broma.

Oye espera. me dijo Camila mirando hacia todos lados, como si buscase algo. Dónde está Yonathan?

No lo sé, también noté eso…

Camila.

Luego de horas, Bill y yo nos fuimos de ese lugar. No teníamos nada más que hacer ahí. Ni siquiera estaba Yonathan, sólo Denisse, que por cierto, lo último que hizo fue la gota que derramó el vaso, definitivamente esa chica no quiero tenerla en mi vida. Bien, en el auto de Bill, nos fuimos hasta mi departamento. Estábamos realmente cansados, que solo nos recostamos en mi cama y dormimos abrazados del otro, no se puede decir hasta que amaneciera, eso ya había ocurrido. Pero dormimos unas cuantas horas para reponernos. Luego de bañarnos y comer algo, me fui a buscar mi móvil para llamar a Yonathan y preguntarle por qué no estaba durmiendo con todos los demás, ahí en lo que alguna vez fue una fiesta.

Por qué cuando volvimos con Bill no estabas ahí tirado durmiendo también?, no te la pasaste bien?. pregunté curiosa.

Si, no había nada interesante, tu desaparecido encima con Bill y Denisse borracha como ella sola. Que haría ahí?... apropósito, donde te metiste?

No sé, llegué hasta un especie de bosque sin querer…como sea estaba mal y sólo corrí, ya sabes imp… le interrumpió.

impulsos tuyos… lo sé.

Como es que sabes lo que diré…?

Por que te conozco lo suficiente. Pero bueno, debo cortar, hablamos luego… adiós. me dijo despidiéndose, sin darme más la palabra, dije un “adiós” y terminó la conversación.

No sé, por lo menos nos hablamos al otro. En el supuesto y raro bosque en el que me encontraba, no pude evitar decir esas palabras frente a Bill. Él no sabe nada de Martín… recuerdas?. No le encuentro lo grave al tema y es que no lo es. Pero los sentimientos que llevo dentro sin poder dejarlos ir, para poder estar de una buena maldita vez bien son los que me hacen estar mal. Hay días en los que finjo sonreír y sobre todo con Bill. No me gusta contagiar las malas vibras… no quiero que Bill se acompleje por todo esto. Pero bueno, el tiempo me dirá y me dará lo que sea para sacarme estos sentimientos. Pero la verdad es, que a veces pienso que Bill es la persona que el destino puso ante a mí con el fin de mejorar mi vida emocional. Suena tan de novela, pero lo es.

Yonathan.

Eran las 4 y media de la mañana y la fiesta estaba ya decayendo, fue ahí cuando decidí irme ya que Camila no estaba, se las dio de desaparecida con Bill y Denisse, que pudo haberme acompañado, se emborrachó olvidándose de la vida. Aburrido, entonces me fui. Eran las dos y media de la tarde cuando recibí la llamada de Camila, al cortarle, Denisse me habló.

Oye, quien era?. me preguntó muy curiosa y rascándose la cabeza.

Camila… le respondí guardando mi celular en mi bolsillo.

Mmm… apropósito sabes donde vive ella?. me preguntó. Me extrañé con semejante pregunta, para qué diablos querría saber ella donde vive Camila? No entendía.

Claro, como no voy saber. le respondí obviamente.

Me podrías dar su dirección? Mira quiero disculparme con ella por lo de Bill y todo. me dijo. No le hallé lo malo a eso. Sé que Denisse no era tan así como para andar besuqueándose con todos, así es mejor que se disculpe.

Asentí a su petición, fui en busca de un papel y un lápiz y le anoté la dirección. Me la sabía exactamente, al derecho y al revés. Cuadra, calle, piso, departamento, todo. Una vez escrito, se lo di a Denisse. Esa misma tarde a eso de las cuatro o cinco, me dijo que iría hasta el departamento de Camila, yo asentí y luego ella salió del departamento.

Denisse.

Ay que cosas hago. Sé que quizás para ti u otros está mal, yo me lo tomo a la ligera. No encuentro el problema al emborracharse y pasarla bien un rato. Yonathan me dio un buen regaño, pero no me lo tomé a pecho… Uh! Yonathan, que lindo que es, siempre tan ingenuo. Amigos desde hace años y aun cree en mis mentiras. Sí, como lees. ¿Crees que soy de esas que se disculpan por la vida? Haha No. Tenía la dirección de esta chica casi novia de Bill, ese chico que por cierto está bien bueno. Era la razón por la que iba hasta el departamento de Camila. Sé que no es mucho de mi tipo, pero es que me encanta meterme en situaciones como estas, ya sabes, me gusta jugar un poco. Como sea, llegué al fin al departamento de Camila, para mi sorpresa y conveniencia, en el estacionamiento me pillé con Bill quien bajaba recién de su auto.

Eh! Bill, Hola!. dije elevando la voz para que me oyera. Éste tuvo una reacción de rechazo… igualmente me saludo a lo lejos. Me acerqué antes de que se fuera. Una vez cerca, le hablé. Como te va? Recordando la fiesta de anoche eh?. le dije sonriendo, cosa que él no hacía para nada.

Hola Denisse, mira no quiero tener nada que ver contigo, anoche fue suficiente. me dijo mientras cerraba la puerta de su auto.

Ok, pero es que… no pude seguir, una voz más grave que la de Bill me interrumpió.

Qué fiesta? Nooo hermano como no invitas?. al oír esa voz del otro lado del auto, me di vuelta para ver quien era, no sé como se llama pero era muy apuesto y definitivamente de mi tipo, bajaba del auto y estaba cerrando la puerta al decir estas palabras. Encima era mucho más que Bill en todo sentido y claro, ahora sé que es su hermano.

Nada Tom, no creí que esta fiesta fuese de tu incumbencia. Con que Tom eh?.... Bien.

Pues te equivocas Bill… y esta chica quien es?. preguntó Tom al notar mi presencia. Sin dudas, mi presencia es imposible de disimular, de hecho siempre soy el alma de toda fiesta.

Denisse, mucho gusto. le dije a Tom acercándome para saludarlo de beso.

Con que Denisse… me dijo, queriendo intimidarme con la mirada, cosa que no logra... aun. Bueno, Bill vamos?. Qué? Así como así me ignora?

Eh Tom, ven y conozcámonos más… quieres?. le dije, provocativa. Tom me miró y mojándose los labios contestó.

Lo siento, acompaño a mi gemelo. fruncí el ceño y comencé mirar alrededor.

De qué gemelo me hablas? No juegues.

… Es Bill, somos hermanos gemelos. me dijo, con un tono cansado, como si fuera la milésima vez que lo repetía.

A ya, no les veo lo igual. dije confusa, pero luego me di cuenta que si los miras de cerca y detalladamente eran iguales. Que cosas, dos iguales diferentes.

Bueno, yo me voy. dijo Bill guardándose las llaves al bolsillo y cuando ya había avanzado dos pasos, se detuvo y volteó.. pero hey!... Qué mi#rda haces aquí?. preguntó, dándose recién cuenta de eso.

Nada… no pillaba estacionamiento entonces decidí dejarlo aquí por un tiempo. Algún problema? Aquí vives tú?. pregunté, claramente, haciendo que nada sabía.

No… sólo vete, adiós… Tom vienes?

No quiero sobrar Bill, nos vemos luego vale?. dijo mirándome con deseo.

Como sea, adiós. terminó diciendo Bill. Se volteó para llegar hasta la entrada del edificio, negando con su cabeza. Una vez dentro del establecimiento, Tom me habló.

Bueno, te quieres venir a mi departamento… un rato?. me preguntó sin quitarme la mirada de encima, mientras se mordía el labio inferior. ¿Quería seducirme?... que bien, definitivamente era mi tipo.

No le veo el problema… vamos. asentí. Como Tom viajaba en el auto de si hermano, nos fuimos en mi auto hasta su departamento. Lo demás sería lo típico de un hombre como él y de una mujer como yo, y juntos quizás más.

---------

Bill tocó la puerta y Camila, obviamente, le abrió. Se saludaron y una vez acomodados adentro, Bill le contó que se había pillado con Denisse y que precisamente, venía con Tom.

Y bueno, ya conoces a mi hermano. terminó explicando Bill.

Claro, desde en la fiesta que te conocí quedó todo claro. dijo la chica con una sonrisa. lo que no entiendo, es qué estaba haciendo Denisse aquí?.

Si, le pregunté, sabes que me dijo que no pillaba estacionamiento. el chico calló un momento, luego siguió. No me la creí.

Claro, tu piensas que yo si?... llamaría a Yonathan para preguntarle pero sabes que sería de muy curiosa, no sé.

Yo lo llamaría, así saldría de dudas.

Y si me trata de metiche? No quiero Bill.

Si es tu amigo, no lo hará. le dijo Bill a la chica, terminando por convencerla, Camila tomó su celular, e igualmente sentada al lado de Bill, llamó a su amigo.

Yonathan?

Si, hola, que pasa?

Sabes… Denisse estuvo aquí.

A sí, ya sé. Bueno que yo le di la dirección.

Y para qué? Para estacionar su auto?. dijo Camila riéndose de ello.

Que yo sepa no, me dijo que quería disculparse contigo del asunto de Bill y todo.

Jajaja, no me hagas reír Yonathan, ya lárgala en serio.

En serio te digo, que crees?.... No fue hasta allá?

Mmm no, de venir si vino, sólo que llegó hasta el estacionamiento y se pilló con Bill. Sabes que venía Tom y Tom re calentón como siempre se la llevó. No dudo que tu amiga quiso lo mismo, no?

Qué dices? Denisse no es así…

Yonathan, yo no miento, me conoces. No te hubiera llamado tampoco. Ok, aclaré mis dudas.

Claro, y dejaste algunas en mí. ¿Por qué Denisse me mentiría?

[…]

Eran las nueve de la noche, y ya pasadas dos semanas de aquella fiesta, Camila se encontraba en el departamento de Bill, en esa noche se quedaría a dormir.

Se les antojó comer una cena bien preparada, pero sólo se conformarían con la pasta que Bill hacía cada vez que se proponía preparar algo especial. Mientras Bill estaba en la cocina preparando todo, llaman al timbre. Camila fue y al abrir la puerta abrió los ojos como platos.

Andreas?. dijo elevando la voz.

Si, te sorprende?... donde está Bill? No me harás pasar?. dijo el chico rubio. La cosa es, que venía acompañado de una chica, de su altura, un poco rubia. Cualquiera diría que era modelo.

Quién es, Cami? preguntaba Bill acercándose hasta la puerta. Iba sonriendo pero esta sonrisa decayó al ver al chico rubio en la puerta. Qué haces aquí?

Vine para aclarar y conversar algunas cosas, no crees? Y Bueno, me dejarás parado aquí afuera?

Pasa… dijo Bill haciéndose un lado junto con Camila. Una vez adentro, todos sentados en la sala, Andreas habló.

Lo siento, quiero presentarles a Chanelle.

Ohh la chica del teléfono? Que tal. dijo Bill supe de ti mientras discutía con tu novio, genial no?. terminó diciendo Bill sarcásticamente, quedando Chanelle con una expresión confusa en el rostro. con permiso. dijo finalmente, retirándose hasta la cocina.

Pero que tiene?. preguntó Chanelle.

Nada, asuntos… este… privados. trató de explicar Camila.

Ok, Chanelle espera aquí, de acuerdo?. le pidió Andreas a su chica. Ella asintió, quedando sola sentada en la sala junto con Camila.

Bill, en la cocina, estaba apagando el fuego con que estaba cocinando. Al parecer no habría cena con Camila hasta que Andreas se fuera. En eso, escucha el ruido que hace la puerta al abrirse.

Eh, Bill. Vamos a conversar quieres?. le dijo Andreas a su vez que cerraba la puerta.

No entiendo, de qué quieres hablar? Yo ya tengo todo claro en mi mente, no sé tú.

Sólo quiero que quedemos bien. Mira Camila ya no es nada para mí, solo la novia de mi mejor amigo.

No somos novios… aun. dijo Bill mientras ordenaba algunas cosas.

No? Y qué haces perdiendo el tiempo? Ya son meses de que sales con ella.

Hmm, no lo veo así. Pero bueno no viniste hablar de mi relación. dijo Bill, al fin apoyándose en un mueble, cruzado de brazos y mirándolo fijamente.

Lo sé, sólo quiero disculparme, en serio y esta vez quiero oír que la aceptas y que olvidaste todo y ya.

Dios! Me conoces como soy. No olvido ese tipo de cosas Andreas. Aun estoy enojado y sabes? La verdad es que acabas de arruinar una noche perfecta que planeaba con Camila.

De acuerdo lo siento. dijo molesto. Sabes, eres un jodido a veces, no puedo creer que te lo tomes tan y exagerando las cosas. dijo, empezando a alterarse un poco.

Bien! Vete, nunca te llamé. Y genial! Soy exagerado y qué? Me vez molesto? Solo vete y ya!. dijo Bill elevando su voz. Siendo así se escuchó hasta la sala. Camila arqueó ambas cejas, mientras que Chanelle sólo frunció el seño de lo confundida que estaba.

Vámonos Chanelle. dijo Andreas, mientras salía de la cocina para dirigirse directamente a la puerta. La chica se levantó y rápidamente, tal y como iba Andreas, salió.

Mi modo de pensar #5

Yonathan.

Todo es tan aburrido. Sinceramente, quizás suene de alguien, de un persona, de una alma tan aburrida, pero es que ya! Lo único que quiero es entrar nuevamente a la universidad, quiero pasar tiempo ahí, distraerme con los estudios. A pesar de que falta una semana, la espera se me hace eterna. En vacaciones, como ahora, sólo me quedo en casa… y bueno, antes salía más… con Camila. Nos divertíamos tanto y es que sólo nos teníamos el uno al otro. Desde que Bill está, ya no soy para ella el mismo. Me ha dejado de lado, pero reconozco que yo he sido el que ha ayudado con todo esto. No debí jamás alejarme de ella, ¿En qué mi#rda pensaba? Como sea, ahora nos hablamos por lo menos… más de una vez a la semana por teléfono móvil. La extrañaba, extrañaba oír su voz expresando alegría por algo o contándome algo totalmente aburrido pero que yo igualmente escucho por el hecho de ser su amigo, por el hecho de que la amo. Durante estos días, he pensado mucho en ella. No logro sacármela de la cabeza ni un segundo y a veces me asusto. No sé por qué me pasa, sé que la amo, sé que quisiera estar con ella todo el tiempo, sé que es todo para mí, sé que… ay no… ahora me doy cuenta de que sé que ella es mi obsesión.

[…]

Ten, se te ha caído. dije a una chica alta, rubia y muy atractiva que pasaba por mi lado, la cual me sacó de mis pensamientos.

Oh, gracias… no lo había notado, gracias.

Por nada, dime, era una canción escrita por ti?

Como sabes que es una canción?

No lo sé, lo supuse. Tiene un título y se nota que está escrita en versos.

Bueno si… nada es sólo una canción que escribió… le interrumpí… vaya a saber yo por qué.

Puedo leerla?... pregunté. No sé cual era mi objetivo, sólo quería que se sentara frente mío para poder conversar y la verdad es que no sé por qué. Ni siquiera me atraía.

Andreas.

Sé que Bill es así, exagerado y todo lo demás. Pero ya está, me harté y me alteré. Ya es suficiente y ya no somos chicos de quince años. Como sea, estoy impaciente. ¿Dónde se ha metido la loca de Chanelle? Ok, es mi novia, pero en verdad no la amo, sólo la quiero. Quizás como dice Tom, sólo de juego. Sé que está mal, pero es que ya, es linda y torpe. ¿Qué más? Suena un poco insensible pero de acuerdo, quería probar ser como Tom un poco. Y bueno, debo decir que es bien divertido.

Oh al fin, ahí viene…

Por qué demoraste tanto?. fue lo que pregunté luego de saludarla de un pobre beso en sus labios.

Lo siento, es que me quedé conversando con un chico muy simpático que me habló mientras pasaba por un patio de comidas y bueno sabes que… ooh! debí interrumpirla!.

Ok, OK! No quiero saberlo querida. Vámonos al auto, quieres?

De acuerdo… me respondió un poco desganada, pero que bah, seguro se le pasaba después.

Una vez en el auto, nos fuimos hasta mi departamento para divertirnos un poco… no entraré detalles, seguro sabes de lo que hablo.

Chanelle.

Qué simpático chico, como es que era? … ah si, Yonathan. Amable, carismático… todo lo que le falta, lamentablemente a Andreas. Últimamente lo he notado tan frío. A veces pienso que solo me utiliza para divertirse con mi cuerpo y nada más. Sé que una relación de novios no se basa sólo en eso, pero es que qué voy hacer aquí en Alemania sola? Soy de Francia que no se te olvide. Como sea, no me puedo alejar de él, me dejaría sola, abandonada, sé que sería capaz. Debo reconocer que el Andreas de ahora es un poco más brusco, no lo sé le he llegado a temer un poco. Como sea, lo quiero pero no lo amo.

Siete, tres, cuatro… el número de teléfono de Yonathan, quise pedírselo… cinco, uno… Oh! Andreas.

Si amor, que haces?

Nada… dije un poco nerviosa, guardando lentamente y como si nada, el papel en donde estaba el número del chico que conocí. No quería PARA NADA que Andreas supiera que podría llamar aquel chico que encontré tan amable. Bueno, como mi móvil es de esos que tu abres, dejé el papel ahí dentro. No pillé nada más cerca de donde estaba: sentada a los pies de la cama. Aquí pasando el rato con mi teléfono…

Hmm, de acuerdo. ¿Qué no es más divertido pasar el tiempo conmigo?. me dijo sentándose al lado mío, quitándome el móvil de mis manos, dejándolo caer al piso mientras me besaba el cuello, una cosa que causaba en mi… nada.

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Cinco y media de la tarde y Yonathan ya estaba sentado esperándola. ¿A quién? A Chanelle. Sí, desde que la conoció (una semana ya) no ha parado de telefonear ni mandarse mensajes de texto. Claro todo esto sin que Andreas supiese nada. La verdad Andreas nunca se ha interesado en lo que hace novia, cosa que para Chanelle era positivo, en este momento.

A pesar de que estuviera ya en la universidad, se hacía el tiempo para comunicarse con Chanelle, a pesar de que la chica que tanto ama la vea todos los días en la universidad.

Heey, Como estás?. la saludo Yonathan mientras ésta se acercaba hasta la mesa en donde estaba sentado. Era en un restaurante no muy elegante, lugar de encuentros nada más.

Bien, que gusto poder verte de nuevo, sabes… a esta chica le gustaba a hablar era se asegurarlo.

En un momento de esa ‘cita’ que llevaban, Chanelle paró la conversación y quedó tiesa e inmóvil, como si hubiera visto un fantasma frente de ella.

Qué te sucede?. le preguntó Yonathan al notar que ya no emitía ni una palabra. heey? Chanelle?

Dios!. dijo al fin. Dios, Dios, Dios! Escóndeme Yonathan!. dijo mientras se tapaba la cara con una servilleta. Yonathan no comprendía, ya la creía una loca.

De qué me hablas? Es Dios quien está ahí? Que tienes?

Queeé? Dio… Oh Yonathan que estúpido, noo! Sólo trata de taparme. dijo la chica bajando el tono de voz.

Pero si no me dices, no comprendo… le dijo casi murmurando a la chica.

Ahí está mi novio Yonathan… ssssh!. Yonathan abrió los ojos como platos, no se esperaba que la chica tuviera novio, de otro modo no la hubiera seguido llamando, y mucho menos tener una especie de cita.

Novio!!? exclamó el chico, en tono bien elevado, cosa que llamó la atención de unas cuantas personas que estaban a sus alrededores.

Cállate! No quiero que me vea… dijo Chanelle aun tapándose su cara con la servilleta, cosa que le impedía observar lo que ocurría. Yonathan se giró para ver lo que había a sus espaldas, y quedó más extrañado aun.

Segura que es tu novio? …

Por que dices eso? Claro que lo es

Sácate esa servilleta y mira. dijo el chico quitándole la servilleta de la cara. Chanelle observó mejor, y al hacerlo abrió su boca en señal de asombro.

Andreas estaba con una chica morena sentado en una mesa. Se puede decir que ¿muy acaramelados?... Como sea, ambos se tomaban de la mano.

Qué? Pero… que…Me engaña! dijo Chanelle tapándose la boca y luego todo su rostro con sus manos. Yonathan estaba extrañado, sorprendido, preocupado. Sí, preocupado preguntándose en que rollo se había metido.

Chanelle le pidió a Yonathan que salieran de ahí, casi con súplicas, la chica estaba angustiada. Una vez afuera, Chanelle invitó a Yonathan a que se subiese al auto de ella. Este chico no tenía auto, no le preocupaba tener uno aun. Como sea, ya una vez en el auto, la chica comenzó a llorar y Yonathan se vio en una situación de las cuales no suele controlar muy bien.

No sé por que me hace esto! Es tan idiota, lo odio, siempre juegan conmigo, no sé que hacer… y las palabras seguían y seguían y seguían entre sollozos. Yonathan sólo atinó a rodear sus hombros con su brazo, estando bien cerca de ella.

Descuida, seguro que es un idiota, pero no llores por favor, sería un llanto perdido. dijo mientras le acariciaba su rostro, secando sus lágrimas que recorrían sus mejillas y sin creer que estaba diciendo tales palabras, no solía hacerlo.

Eres tan bueno, gracias por aparecerte así en mi vida. le dijo Chanelle, acto seguido lo besó apasionadamente, quedando Yonathan sorprendido, luego se dejó llevar dejando que la chica hiciese lo que fuese con su lengua.

Vamos a mi departamento, quieres?. dijo la chica sin dejar de sonreír. Yonathan asintió y en cosa de segundos el auto partió.

[…]

Bill!. exclamó Camila al verlo parado frente su puerta, al mimos tiempo que se lanzaba encima de él para besarle. Con tanto estudio no me queda mucho tiempo, lo siento… le dijo la chica una vez sentados en el sofá.

También lo siento, encima en dos días comienzo una gira con los chicos y la verdad me costará irme sin ti, quiero decir, extrañaré verte y todo… dijo Bill, mientras le acariciaba el cabello.

Una gira?, pero eso toma muchísimo tiempo. dijo Camila al mismo tiempo que dejaba mostrar pena en su mirada. no quiero que te vayas y me dejes, sabes que me siento sola, Yonathan… ese es igual conmigo que antes, no tengo a nadie a mi lado…

Lo sé, por eso no quiero irme pero es que… ella le continuó la frase.

Debes… lo sé… se incorporó y luego paseó por la sala, Bill sólo la miraba, un tanto extraño, o curioso de lo que pensaba ella. Luego, al fin, Camila dejó de pasearse. Entonces deberíamos terminar?

Qué!?. exclamó Bill abriendo los ojos y arqueando las cejas. Seguro era algo que no se lo esperaba.

Sí, eso… supongo que sería lo mejor… o no?

Claro que NO! Por qué piensas eso? Dime. dijo Bill acercándose a ella.

No…n…no lo sé la verdad, bu... bue... – Camila aun trataba de formular una frase o una palabra en su mente para decir, pero no se le ocurría motivo alguno para argumentar su idea. Ella más que nadie está en contra su propia idea, aun así ella no sabía por qué había dicho eso.

No lo sabes. Por qué has dicho eso entonces? Ya no me quieres…. Es que ya no seremos nada ni cuando logramos serlo?. dijo el chico tomando a Camila de los brazos. Ella sólo mantenía su mirada en el suelo. Mírame y dime que en verdad quieres eso… dime… le dijo el chico mientras que la chica tornaba la mirada en sus ojos.

No… no puedo Bill… Como me pides eso? Sabes que no quiero

Entonces por qué me dices eso? Podremos estar juntos aunque estemos mil veces lejos del cuerpo del otro, lo sabes

Sí pero será difícil tenerte tan lejos, no quiero… la chica iba a continuar con su mar de palabras hasta que el chico finalmente la basó, callando su voz, ahogándola en su apasionado beso que sin duda ella también continuó.

Te amo, te… te necesito. le dijo Bill un poco agitado, manteniendo sus labios muy cerca de los de la chica.

Yo… también… ninguna palabra más logró salir de los labios de Camila ya que eran besados por los del chico.

Eran nueve y quince de la noche, todo estaba callado, tranquilo, hasta que las respiraciones entre cortadas de ambos rompían el silencio. Sus besos cortos, largos, apasionados, profundos, eran los culpables de aquello. Ellos sabían a lo que iban a llegar si no se separaban a tiempo; acariciándose y besándose, llegaron hasta la habitación de ella. La chica se dejó caer en la cama y encima de ella cayó el chico, juntando sus cuerpos cálidos uno del otro. Las manos de Bill comenzaban a resbalarse por la suave piel de la chica, su cintura, sus caderas, sus piernas eran acariciadas por las manos del chico mientras ella rozaba sus manos en la espalda y el pecho de él. Ambos sentían esa desenfrenada necesidad de sentirse dentro del otro, de sentirse una sola persona a través del amor que llevan.

En un momento, la chica se detuvo.

Que pasa? dijo Bill muy agitado, con respiraciones entre cortadas. En la misma situación, la chica le contestó.

Nada, solo… es que… no sé…

No quieres seguir…?

No, no… sí quiero… sólo… continúa… terminó diciendo, juntando sus labios con los del chico.

Sus besos, profundos y cálidos llevaron a que ambos necesitaran deshacerse de sus prendas, el chico quería librar a Camila se su polera, sacándosela mientras que ella desabrochaba el pantalón de éste.

Te… amo… se logró escuchar entre jadeos.

[…]

Mi modo de Pensar # 6

Camila

11.30 de la mañana y recién me levanto para ir al baño. Bill duerme aun. Algo me pasa, que no paro de sonreír, seguro fue por lo de ayer. Fue algo maravilloso, pero no quiero alargar el tema. Iba por mi ropa cuando suena mi celular, despertando a Bill. Mientras él me ganaba el baño, yo contesté la llamada.

Yonathan? contesté un poco extrañaba, ¿Qué hacía llamándome?

Sí, soy yo… como te va?

Bien… bien, y tú?

Algo bien. Denisse se fue y bueno me quede un tanto solo.

Así? Y por qué se fue? No que estaba con Tom? Denisse estuvo con Tom, desde aquella vez del estacionamiento, pero vamos, sabemos como es Tom… o ella.

No sé, me dijo que se aburrió de este lugar, me deseó lo mejor y se fue.

Ah! Qué amiga. dije un tanto pesada.

Qué?

Nada.

Sabes, quiero contarte que estoy saliendo con una chica.

Vaya! Qué bueno está eso, y cómo se llama?

Chanelle, es grandiosa, me gustaría que la conocieras, ya sabes, como la amiga que eres de mí, debes darle tu aprobación, o no? me dijo riéndose de ello. Dios! Se me hizo tan dulce que al fin se riera de algo frente mío. Bueno, no frente mío, pero conmigo del otro lado de la línea telefónica.

Haha, seguro, pero bueno luego hablamos, cuídate si?

De acuerdo…eh!

Qué sucede? dije un segundo antes de cortar.

Te quiero.

Yo también. Adiós.

Vaya que cambio hay en Yonathan. Un >>te quiero<<. Ay, que dulce, me alegra estar bien de nuevo con él, aunque haya sido de un día para otro… ya se le tenía que pasar.

Yonathan

Me alegra estar bien con ella. Sí, le dije que la quería. Seguro sabe que es un >>te quiero<<>

Quedamos con Camila en juntarnos a las cinco en un patio de comidas. Muy normal, la verdad es que no tenía nada de especial. Fui con Chanelle y Camila me había dicho que iría con Bill. Está bien. Chanelle y yo esperábamos y de pronto, detrás de nosotros se siente la voz de Camila, nos damos la vuelta y lo primero que escuché fue “Chanelle!!” de parte de ambos y lo primero que vi fue sus bocas abiertas…

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Chanelle!!! exclamaron Bill y Camila al mismo tiempo.

Bill! exclamó Chanelle.

Ok, ¿Qué mi#rda sucede? preguntó Yonathan un poco alterado. La situación no era una de las mejores.

Dios, Yonathan no me digas que sales con ella. dijo Camila, asombrada.

Sí, con ella salgo, no ves que está aquí sentada conmigo?

Ya sé! dijo Camila

Chanelle! …Y Andreas? preguntó Bill, asombrado en mayor cantidad.

Lo dejé…o él a mí. Sabes, ya no es como antes.

Pienso lo mismo. Está como raro, no sé. dijo Bill bajando la mirada, luego agregó. – Como si le hubieran intercambiado de carácter, Dios que tipo está ahora.

Lo sé, es por eso que ya no quiero estar con él… dijo Chanelle.

Y bueno, por qué fue tanto el lío? preguntó Yonathan. Bill y Camila sonrieron y se sentaron, decididos a contar toda la historia.

Una vez terminado es encuentro, Bill decidió irse con Camila hasta su departamento. Ya sólo le quedaba un solo día para que se fuese de viaje con el resto de su banda.

Una vez dentro de lo que era el hogar de Camila, ambos se tiraron en la cama y como hubiesen caído permanecieron. Era como si estuvieran muy cansados de un largo día.

Dios, ya te queda mañana y luego te vas… dijo Camila sin moverse. Bill la miró de reojos y luego se puso en una mejor posición para verla mejor, luego contestó.

Lo sé… pero sabes le dijo mientras le acariciaba sus manos. ya me puedo ir confiado.

Confiado? preguntó Camila un tanto extrañada.

Sí, confiado de que me esperarás. Sabes, dentro de mí sé que eres tú con la única que podría estar, sé que te amo y a causa de ello no podría serte infiel, sería estúpido. Pero me siento confiado de que tú tampoco me harías eso… lo sé desde la noche anterior… dijo Bill bajando la mirada como si un toque de vergüenza invadiera su cuerpo. La chica sonrió brillándole los ojos. Lo miraba con tal ternura que cualquiera que la viera diría que estaba totalmente enamorada. Ella tomó el rostro de él haciendo que tornara su mirada en la de ella.

Yo también lo sé desde aquella vez. Y quiero decir que valió la pena guardarme para el hombre correcto. Bill le sonrió maravillado, sintiéndose poderoso de algo muy valioso. Su mirada tierna y dulce no bastaba, luego de un >> te amo <<>

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España, Francia, Italia, Rusia y otro montón de países eran por los que Bill y su banda estaban pasando esos días, en su gira Europea. Finalmente, tomaría dos meses y un par de días. Bill, al parecer, estaba más decidido que nunca a volver pronto a Alemania. Sabía que ahí le esperaría su novia, con los brazos abiertos.

Aun así, disfrutaba cada concierto y todo lo que trae una gira. Por otro lado, Camila seguía sometida a sus estudios y a su vida simple y normal. Claro, que ahora estaba como antes: Yonathan estaba a su lado el máximo de tiempo que podía.

Hola Cami era Yonathan quien estaba al teléfono.

Hola, que me cuentas?

Nada, quería saber si mañana puedes salir, como ya los estudios están un poco más relajados…

Ah sí! Y a donde?

No sé, de ahí lo vemos, nos juntamos en la heladería a las 4?

Claro, iremos con tu novia?

Emm no…

No? Por qué no? preguntó Camila extrañada y a la vez curiosa.

No sé, supongo que tendrá cosas que hacer… pero bueno nos vemos ahí adiós.

No pero… no alcanzó a hablar más, Yonathan ya había cortado.

Camila dejó el teléfono en su lugar pensando en la situación de Yonathan. Pero como no era de su incumbencia no quiso a darla más vuelta al tema de su novia y todo.

Ya era de mañana y a eso del mediodía recibe una llamada a su celular. Al tomarlo y ver de quién era, sonrió maravillada. Era Bill quien llamaba y sí, su emoción era inmensa, a pesar de que había hablado con él todos los días anteriores. Aunque cada llamada contuviera casi la misma conversación de todos los días, ninguno de los dos aburría. Siempre había aunque sea un solo tema nuevo en el cual podían intercambiar miles de palabras. Y bueno, con cada llamada se extrañaban aun más.

Ahora que la relación entre ellos estaba más formalizada, digamos, se les podía llamar novios, Tom se aprovechaba para molestar a su hermano ‘menor’. Bill se lo tomaba con humor, pero sin olvidar que ellos vivían con entrevistas todos los días, Tom aprovechó una de ellas para poder revelar de cierto modo el estado civil de su hermano.

…Si y bueno, Bill se la pasa todo el día pegado a su teléfono celular hablando con una chica dijo Tom sin previo aviso, provocando que Bill abriera su boca levemente a causa de la sorpresa, manteniendo su mirada en su hermano.

Cómo es eso? preguntaba el entrevistador muy curioso de saber la vida de Bill.

Bueno…es que…

Oh sí, Bill está en una ehh…relación agregaba Tom, interrumpiendo a Bill y sonriendo de manera malvada. Bill de apoco empezaba a tener si rostro un tanto rojo, y sus manos de apoco empezaban a sudar. Su nerviosismo ya se empezaba a notar y es que Bill no era de esos que pueden decir todo a los cuatro vientos así como así, siempre estaba la timidez y la vergüenza antes que eso.

Ok basta Tom, si? dijo Bill sin aguantar más Sí, de acuerdo, estoy comprometido, tengo novia. dijo al fin, dando un suspiro luego de terminar. Al afirmar, los gritos de sus aficionadas se apago y muchas de ellas empezaron a derramar lágrimas, demostrando dolor en su llanto.

Y…bueno, se puede saber el nombre de la afortunada? preguntaba el entrevistador, no estando satisfecho con la información anterior.

…No lo sé, creo que es mejor no decir nada. se limitó a contestar Bill, sosteniendo una mirada fulminante en su gemelo.

Eso Bill, ahora somos dos los que ya no estamos disponibles agregó Georg sin otro remedio con el de hacer más ligera la situación.

Mi modo de pensar # 7

Bill

Qué le pasaba a mi hermano! Odio cuando me echan a perder las cosas. No, no me molestaba contar que yo estaba con novia, pero quería yo decidir cuando y donde hacerlo, y en qué medio y todo lo demás. Es un idiota. Pero bueno, ya está. No revelaré el nombre de ella. No. Quizás ella no quiera tener esa fama. Esto se debe conversar, sería imprudente de mi parte.

Cambiando de tema, debo reconocer que la extraño mucho y reclamo lo dicho por Tom: no paso todo el día pegado a mi teléfono celular.

Camila

Extrañar a una persona es horrible. Desearla con gran necesidad es horrible también. Es desesperante querer tener a tu lado a la persona que amas cuando ella no puede estarlo. Es lo que siento yo, extraño demasiado sus caricias, su voz, el calor de su cuerpo, todo. Sólo espero que su gira termine luego. Pero mientras nos extrañamos, también debemos tener nuestros deberes. Como los míos que son estudiar. Aunque ya están bien relajados los estudios no hay problema.

He quedado de juntarme con Yonathan en la heladería a las cuatro. Como siempre, él ya estaba ahí.

Hola Yonathan le saludé luego de darle un beso en la mejilla.

Que bueno que viniste, quieres un helado? me preguntó sin decir nada antes.

… Claro respondí. Lo notaba extraño, como nervioso o ansioso. La verdad es que no sabía. Estaba un tanto raro. Un poco acelerado tal vez?

Luego de comprar el helado, nos fuimos hasta una vieja pero aun linda plaza que estaba por ahí cerca. Nos sentamos en el pasto y nos pusimos a conversar. Eran cosas superficiales que toda gente conversa. Hasta que me decidí por decirle que estaba un poco extraño.

Extraño? me dijo haciendo una mueca en su rostro.

Sí, no sé… como que me ocultas algo, que es?

Nada… Qué te voy a ocultar? contestó mirando hacia otro lado.

Ya y como no te conociera. Sé que hay algo, por qué no me lo dices?

De acuerdo, a ver… terminé con Chanelle. me dijo luego de comer un poco de helado.

Y por eso tanto alboroto? Digo, por eso tan extraño?

Que no estoy extraño me dijo él frunciendo el seño.

Ok como quieras terminé alcanzándome el helado hasta mi boca.

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Ya se habían terminado el helado cuando caminaban en rumbo a tomar el autobús. Como vivían en diferentes partes, tomaban diferentes buses. Al momento de despedirse, Yonathan vio que era una oportunidad para pobrar los labios de su amiga, aquella que en verdad amaba, pero se mentía diciéndose a él mismo que sólo la quería. Camila se acercó como de costumbre para despedirse de su amigo con un beso en la mejilla, pero en ese momento Yonathan en vez de poner su rostro, pone sus labios, provocando el contacto entre ambos, un contacto suave que no duró más de cinco segundos, ya que Camila, asombrada, se alejó rápidamente de él.

Yonathan! exclamó abriendo sus ojos como platos.

Lo siento… dijo sin más remedio, totalmente avergonzado.

Por qué hiciste eso? Que se te pasa por la mente?

No lo sé, es que…

A Yonathan no se le ocurría palabra o escusa alguna para defender el acto cometido. No hizo más que decir un >>adiós<<>

Entre tanto, Yonathan ya estaba en el suyo, sentado en su sillón, en la sala, con la cabeza gacha, sosteniéndosela con ambas manos y diciéndose “que torpe, que torpe soy”. Habrá estado más de quince minutos así, pensando en lo que hizo, y a la vez, recordaba las sensaciones que le provocó tocar esos labios rosados y suaves, los cuales siempre pensaba en besar. “Tan suaves, tan hermosos…”.

Mi modo de pensar #8

Camila

Es difícil volver a ver a una persona luego de que te haya pasado algo íntimo con ella. De acuerdo, un beso no es tanto, pero era Yonathan quien me besó. Era mi mejor amigo. Ese que yo consideraba como un hermano. No puede ser posible que de un día para otro sienta algo por mí. Esto lleva tiempo, estoy segura. La pregunta es, ¿Cuánto?. ¿Cuánto tiempo ha estado él, quizás, ocultando un sentimiento… por mí?. Es un poco complicado, yo ya tengo novio, es el más hermoso del mundo y el hombre que siempre quise tener. No sé que hacer, me algo extraño pensar en volver a juntarme con Yonathan, pero la verdad es que necesito saber el por qué lo hizo. Ahora que pienso, el tiempo que pasó, ese tiempo el cual no me hablaba ni estaba conmigo ni me llamaba, nada… habrá sido por eso? Es por esto que sus noviazgos nunca fueron algo importante para él? Recuerdo haberle preguntado qué le había ocurrido a su novia Michelle, la que había conocido en la universidad. Le pregunté el por qué del fin de su relación. Él me contó todo con tal tranquilidad e insignificancia que parecía claramente no importarle. Pero claro, en aquellos tiempos no me interesaba el por qué Yonathan era así, hasta ahora. Todo concuerda, que tonta fui.

Luego de tres días de lo ocurrido, recibí una llamada de Bill, al ver quién era el que llamaba me maravillé. Tres días sin hablar con Bill eran como tres años de infierno. No sé, era una necesidad siempre hablar con él. Nos dijimos cuánto nos extrañábamos y las cosas que nos estaban sucediendo mientras estábamos lejos de otro. Claro, entre todo, le tuve que contar lo que me pasó Yonathan. Sé que Bill era muy celoso, pero también sabía que si me amaba iba a confiar en mis palabras. Así fue. No se alarmó ni nada, sólo confió.

Ahora, ya seis días de lo ocurrido, veré a Yonathan. Creo que por una tontera así no debemos dejar de vernos no de ser amigos. Si él tiene un problema con seguir viéndome, tendremos que hablarlo, sí, hablaremos de todo de una buena vez.

Yonathan

La sensación que uno obtiene en sentir lo tan esperado, de tener lo que uno quería hace mucho tiempo, es la mejor. Cuánto tiempo pasé admirando sus labios que al fin hasta el otro día pude sentirlos con los míos. Aunque haya sido un beso pobre, casi insignificante, fue el mejor que haya tenido en mi vida. Sentí esa llama de calor encenderse en el interior de mi cuerpo, a pesar de lo corto que fue. Así, llego a la conclusión, que besar a chicas, las cuales no siento nada por ellas, no tiene importancia. No sentí nunca esta cosa dentro de mí hasta ese día…

Debo reconocer que me dio vergüenza en aquella instancia permanecer en ese lugar. Sabía cuáles iban a ser las preguntas de Camila después del beso, por eso me fui. No quería responderlas en ese momento. Es por eso, que ahora iría a verla, para responderlas ahora.

Llegué a su departamento. Toqué el timbre. Ella me abrió. Su expresión en el rostro no fue más que una simple sonrisa, en señal de amabilidad. Hice lo mismo. Entré y me invitó a sentarme en el sillón. ¿Se habrá sentado ahí también con Bill? Oh, Dios, eso no interesa.

Sentados, ambos en el mismo sofá, el cual era un tanto espacioso como para tres personas al menos, hubo un momento de silencio. Camila me miraba y yo a ella, como si ambos estuviéramos esperando que el otro iniciara la conversación. Al final, ella fue quien inició.

Y bien… cuéntame por qué hiciste eso… me dijo con sus expresiones de siempre. Dí un suspiro mientras miraba la alfombra que estaba debajo de nosotros y respondí.

De acuerdo… sentí la necesidad de hacerlo…

Por qué?

Porque la necesidad fue más fuerte que yo… mientras le decía eso, no pude evitar sentir cómo el calor se me iba al rostro, logrando que éste se vuelva un tanto rojo. Al menos eso creo, sentía que ardía y ni idea por qué.

Qué necesidad Yonathan? Qué es lo que te pasa conmigo? me preguntó… no enojada, si no que intranquila por saber todo.

Ehh… balbuceé. No sabía si decir todo ahora o no. No sabía si contarle todo lo que sentía por ella por todo este largo tiempo.

Qué?! Dios, dilo ya, Yonathan esto será la clave que aclarará todas las dudas que tengo. me dijo, ya cansándose de mis balbuceos y de mi inseguridad.

AMOR! Amor… dije sin más remedio. Y al decirlo, fue un alivio, fue como si un gran peso de encima se me esfumara, al menos hasta que Camila respondió a lo que dije.

¿¡Qué?! Amor? Amor? Que amor Yonathan? Desde cuándo? Por qué? Ahí estaban todas las preguntas que debía responder. Sí, ella estaba un poco alterada… no sé por qué.

Sí amor, no sé lo siento desde días después de conocerte y ser amigo tuyo… dije mirando el suelo, mientras que ella me miraba fijamente. Lo noté de reojo.

Pero por qué no me lo dijiste antes? Por qué?

Por que estabas mal con lo que había pasado… con Martín

Martín… susurró ella.

Luego, conociste a Bill. Ahí fue cuando se me terminó todo.

Oh… suspiró, al ver con claridad, todo.

Es por eso que… me interrumpió.

te alejaste de mí.

Sí… asentí. Cansado de mirar al suelo como un perro, a causa de mi estúpida vergüenza, la miré a ella. Estaba mirando fijamente un punto perdido en el espacio. Pensante. ¿Qué piensas? le pregunté curioso.

En el pasado. Qué increíble es recorrerlo con la verdad que estuvo escondida hasta ahora. suspiró, fijó su mirada en la mía y continuó. Pero bueno, hay que permanecer en el presente y mirar al futuro, no? le sonreí. No podía hacer otra cosa más que eso, sonreír con amabilidad. Me acerque un poco a ella, logrando tocar sus rodillas con las mías. Tomé su mano. Ella me quedó mirando fijo. Mi corazón daba mil por hora. No sé, sabía que estaba haciendo algo que sólo imaginaba hacer y pensaba que jamás sería verdad.

Lo malo es, que en el ahora y creo, que en el futuro, te amaré. Camila hizo una mueca de complejidad. Al parecer, yo le estaba haciendo incómodo el momento.

Yonathan… sabes que yo te amo, pero como un amigo, ¿verdad?

Lo sé respondí con firmeza.

Como un amigo… casi hermano... ¿verdad?

…Sí respondí, con menos firmeza que anteriormente. ¿Hermano?... no puede verme así mientras que yo la veo de otra forma. Pero…

Yonathan… me dijo mientras me lanzaba esa mirada, la que me decía “deja esto, no pasará”. Sin embargo, no quise aguantar más, ya era mucho tiempo, la situación se estaba dando, no quería dejarla pasar. Me acerqué a ella lo suficiente y me abalancé a ella para juntar mis labios con los de ella. Esta vez, fue más largo. Más intenso, más llenador. Es que esta vez, Camila me lo aceptó. Nuevamente, esa llama se encendía en mi interior. Era ardiente, me provocaba una sensación hermosa. Aquel beso era lo máximo que pedía de ella, no podía evitar acariciar su rostro mientras nuestros labios interactuaban. Todo iba bien, me sorprendía que Camila se dejara besar por mí, no sé que pensaría. Pero de un momento a otro la puerta de entrada se abre de golpe, provocando un estruendoso ruido al chocar con la pared. Al sentirlo, ambos saltamos del susto, separándonos apresuradamente. Pero al ver hacia la entrada, nuestras bocas y ojos no pudieron estar más abiertos. Era Bill.

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Bill, al igual que su novia y Yonathan, tenía su boca abierta de la impresión. Se suponía que Bill no volvía hasta dentro de dos días más. Claro, Bill quiso sorprender a si novia con prematura llegada, y sí, de sorprenderla lo hizo. Luego, su mirada se tornó triste más que furiosa. En sus comenzaban a notarse el brillo que tienen las lágrimas, sin embargo, Bill no derramó lágrima alguna.

Ella quedó paralizada. Bill…” susurró. Luego, miraba a su alrededor, como si buscara algo; entró en tal desesperación que sólo pensó en correr, llegando a empujar a Bill quien permanecía en la puerta, parado sin más que ver la situación. Yonathan, se incorporó rápidamente al ver que Camila había salido del departamento, pero Bill no hacía más que mirarlo, con enojo. Yonathan iba a comenzar a caminar para ir detrás de Camila, pero Bill lo detuvo de un empujón.

Es mi chica, Yonathan. Mi novia. dijo, y sin nada más, comenzó a correr detrás de Camila.

Yonathan quedó ahí parado, pensante. En entre tanto, Camila ya llevaba bastante distancia corrida desde el edificio en el cual vivía. Correr, dicen que no sirve, huir de tus problemas no los solucionará. Camila corría desesperada, derramando lágrimas logrando que su rostro quedara empapado por ellas. Detrás, como a cinco metros se lograba ver la figura de Bill, corriendo lo más que podía. Bill la veía a ella, corriendo como si para ella no existiera el cansancio.

Ya estaban llegando a la tan famosa plaza, sólo faltaba cruzar la calle en donde transitaban bastantes automóviles y más a esa hora.

No… No lo hagas, no lo hagas! gritó Bill mientras corría y veía que Camila estaba por cruzar la calle, sin notar que una fila entera de autos venía a toda prisa.

En ese momento, la expresión de Bill no fue más que una de terror, de miedo, de dolor, de pena. Era toda una mezcla de sentimientos los que sintió su corazón y alma en ese momento. Sintió que su mente y su cuerpo entero se debilitaban ante tal escena. Pero continuó, corrió hasta llegar donde estaba su novia, herida.

Camila había sido gravemente atropellada por una camioneta, lo bastante grande como para causar bastante daño yendo ésta a gran velocidad. Ella se encontraba recostada en medio de la calle, sangrando abundantemente en su cabeza, sin contar con las heridas y fracturas de sus extremidades. Ella no se podía mover, pero estaba conciente, respiraba y claro, aun estaba con vida. Bill llegó hasta ella. Aterrado se arrodilló y vio la gran cantidad de sangre que estaba en el suelo y la que cubría un lado de su rostro. Pero a Bill, en ese momento no le importó ver a su novia herida, no le importó la desagradable sangre que abundaba allí, si no que tomó de su mano y la besó.

Por favor, vive…vive… dijo Bill sin poder evitar que un llanto desgarrador se apoderara de él. El que conducía la camioneta había llamado a emergencias apenas habría tocado a la chica con su automóvil. Es por eso que apenas Bill dijo sus palabras, la ambulancia llegó. Bill se incorporó sin dejar de sollozar. Los enfermeros y toda esa línea de médicos tomaron a la chica dejándola en una camilla e introduciéndola en la ambulancia. Mientras esto ocurría, Yonathan daba con el paradero de dónde estaban, se acercó a Bill quién observaba nervioso y sollozando cómo metían a la chica herida en la ambulancia y le preguntó lleno de miedo qué fue lo que ocurrió. Al saber, Yonathan quedó paralizado, no podía creer las palabras que salían de la boca de Bill. Yonathan al ver a Bill sollozando pudo comprender el cariño que tenía él por ella… al igual que él.

De acuerdo, no tenemos mucho tiempo, quién vendrá? dijo uno de los enfermeros al observar ambos chicos ahí varados.

Ambos se miraron, pero Yonathan luego de segundos desvió su mirada hacia el suelo, agachando su rostro en señal de ceder el puesto. Bill, sin pensarlo dos veces se sube a la ambulancia y se acomoda al lado de Camila, quien de apoco se iba durmiendo, como si estuviera desmayándose. Bill le tomó la mano y no decía más que “vive, vive, vive” repetidas veces.

En medio del camino, la máquina indicadora del ritmo del corazón empezó a dar sonidos que alarmaron a los enfermeros. Tal, que hicieron a un lado a Bill casi de un empujón. Él preguntaba entre sollozos qué era lo que sucedía, pero nadie le prestaba atención, gritaba desesperado, aterrado, asustado, pero nadie le respondía, los cuatro paramédicos que estaban ahí tenías su atención en la paciente, quien estaba claro, que en ese momento, su vida estaba peligrando.

Por favor no! Hagan algo ya! decía Bill entre llantos desesperados.

Pero los llantos y súplicas no sirvieron de nada. El sonido de la máquina ya no emitía sonidos entre cortantes, si no que sólo emitía un sonido permanente, el cual produjo que el rostro de Bill tornara una expresión aterradora.

Qué pasa? Dios, que mi#rda pasa!!? No, no!! gritaba Bill entre sus llantos mientras hacía un lado a un paramédico para acercarse a la chica. Camila por favor vive! Vive! Yo te amo, mucho, no me dejes, jamás pude encontrar a alguien como tú, no te vayas, no me abandones, no me dejes sólo aquí, quédate conmigo… POR FAVOR NO! gritaba Bill entre llantos desgarradores, mientras que apretaba la mano de la chica y afirmaba su cabeza en su pecho. Te amo, te amo… le decía mientras la miraba y acariciaba su rostro. vive… vive… decía con los ojos cerrados y bañados en lágrimas, y entre sollozos, luego la besó.

Lo sentimos dijo el paramédico. Bill sólo se tapó su rostro con ambas manos, continuando con su doloroso llanto.

Al llegar al hospital, no fue más para dejar el cuerpo. Bill se bajó atónito, pensando en mil cosas sin embargo se centraba en una sola: la muerte. Bill aun no le cabía en su mente que la chica de sus sueños, la que siempre esperó, la que obtuvo, la que disfrutó, ahora no estaba. No podía creer que ya no podría tocar su cabello ni besar sus labios. Que ya no vería ni tocaría esas manos que tanto le encantaban.

Se quedó ahí varado en la entrada lateral del hospital, esa entrada por donde entrabas sólo ambulancias con graves casos, como este. Bill se cobijaba y con sus brazos… en ese momento estaba solo, mirando el piso y con el viento soplándole e su rostro. Un viento frío, el que indicaba malos tiempos. Al momento se presentó su hermano Tom, quien fue informado por Yonathan de lo sucedido.

Eh Bill! dijo Tom corriendo hasta donde estaba su gemelo. Este levanta la mirada y al segundo ya estaba abrazando a su hermano, con una fuerza increíble, llorando terriblemente, bañando su rostro y el hombro de su hermano en amargas lágrimas, y al llorar no podía emitir palabra alguna, sólo emitía un horrible gemido. Además de pena, Bill sentía rabia, lo que le provocaba golpear la espalda de Tom, no con el propósito de dañarlo a él, si no con el sano propósito de desahogarse. Tom estaba destrozado por dentro, ver a su gemelo llorar de tal manera le hacía sentirse igual que él. Finas lágrimas se deslizaron por las mejillas de Tom. Ya Bill, cálmate por favor… dijo Tom en un tono de voz tan leve que ni Bill lo escuchó con sus llantos ruidosos. Y es que Tom en ese momento no podría haberle dicho nada más que eso.

Después de unos treinta minutos, llegó Yonathan y otro montón de gente que seguramente eran amistades. Bill no se contenía con los llantos y al ver a tanta gente no aguantó estar frente a ellos con tal estado de ánimo. En un momento, el cual Tom le perdió de vista y los demás también, Bill decidió salir de ese lugar. Se fue corriendo en una dirección la cual ni él mismo conocía. Sólo corría. No quería estar en ese lugar, no quería estar en esa situación, no quería estar en ese mundo. Quería escapar de esa realidad y sumergirse en su propio mundo, creado por él y nadie más que él, el cual nadie intervendría en sus decisiones y en el futuro de él, el cual nadie mataría a la mujer que amaría.

Al momento después Tom se percata que la presencia de Bill no estaba. El mayor de los gemelos se comenzó a preocupar. Qué cosa sería capaz de hacer Bill en tal estado anímico, era lo que se preguntaba en ese momento.

Yonathan, por otro lado, no lloraba como lo hacía Bill, no gritaba ni gemía ni nada de lo que había hecho Bill. Yonathan permanecía parado en cualquier parte hundido en sus pensamientos. Pensamientos como “¿Por qué no lo hice antes?”…

Sin embargo, a pesar de que no demostraba la amarga pena y la horrible desesperación que sentía, Yonathan estaba que explotaba. Sabría que en algún momento tendría que llorar la pérdida de la chica que siempre amó y la cual no fue capaz de decírselo hasta horas antes de su muerte.

…..

Ya el sol estaba en el horizonte, logrando colocar un tono naranjo en el cielo mezclándose con el color blanco pálido de las nubes. El viento recorría cada rincón de aquella ciudad, iba paso a paso dejando una sensación helada en las personas. Así, el día estaba que terminaba y ya daba comienzo a la noche cuando Bill se encontró varado en un lugar que no recordaba que existía. La verdad, era un lugar el cual nunca había estado, era hermoso. Era una playa, de blanca arena, la cual se mojaba constantemente con el oleaje suave del mar. Un mar tranquilo, de aguas celestes casi cristalinas. Al ver tal paisaje Bill se maravilló. Sonrió. Se sintió dichoso y feliz. No entendía cómo habría llegado a tal lugar si sólo estuvo corriendo. Pero ahí estaba. Empezó a acercarse hasta la orilla del mar, sacándose sus zapatillas y calcetas primero. Las dejó ahí, entre la arena. No le importaba. Sólo quería pisar la suave arena luego sentir la fría agua del mar. Al sentirla, cerró sus ojos y respiró muy profundo, mientras la brisa del mar le acariciaba su rostro. Al abrir sus ojos, los cuales miraban justamente hacia el horizonte, en donde el sol y el mar se fusionaban, se sorprendió y al segundo, esa sonrisa hermosa le brillaba nuevamente en su rostro. Esa sonrisa que sólo una persona lograba sacar. Cuando abrió sus ojos vio a la chica que amaba. Camila estaba enfrente de él, su nariz casi rozaba la de él. Bill podía sentir su respiración, sentía su aliento. La chica sólo sonreía. Pero a Bill le resultaba todo tan extraño y a la vez hermoso. Notó que Camila vestía como siempre, con la misma ropa, pero sólo que esta vez era toda completamente blanca. La sonrisa de Bill comenzaba a apagarse al ver que la figura de su chica se alejaba, caminando ella hacia al mar, dándole la espalda a Bill.

No te vallas! gritó Bill. Ella se dio vuelta al llamado de Bill. Ambos se miraban y una sonrisa pasiva se dibujó en el rostro de la chica. Acto seguido ella estira su mano a Bill, en señal de que se fuera con ella. Bill quedó extrañado.

Ahora estarás conmigo dijo Camila estamos en un mismo mundo paralelo al que estábamos horas antes, Bill.

Qué?... Yo estoy… Tú.. balbuceó Bill, al empezar a comprender toda esta situación.

Sí. Tú corrías, sólo corrías son fijarte en lo que verdaderamente te rodeaba. No te fijaste Bill. Llegaste hasta un callejón totalmente cerrado, caíste al suelo de cansancio. Estabas en un estado inconciente provocado por ti mismo. Llegó un chico. Desconocido antes mis ojos y los tuyos. Luego llegaron tres más. Te odiaban desde hace mucho tiempo. dijo Camila, tomándose una pausa, quizás para lograr que Bill se diera cuenta sólo de lo que ella trataba de explicar.

Los tipos de…

Sí. continuó la chica. Tanto odio existía en ellos por ti que se aprovecharon de tu situación. Tú no te preocupabas. Te agarraron y te llevaron hasta una playa. Te taparon la boca, te amarraron de pies. Tú estabas casi dormido pensando en tu mundo. Sin pensarlo dos veces ellos te arrojaron al mar, y tú te hundías sin preocupación alguna por tu cuerpo, por tu vida. Hasta que perdiste el poderoso aire en tu cuerpo… y llegaste hasta aquí. Terminó la chica dando un suspiro muy profundo y luego agitando su cabeza como para olvidar tales escenas. Bill sólo miraba al sol que de apoco se guardaba bajo el mar. Estaba extrañado, sí. Pero luego dirigió sólo su mirada a la chica. Ella lo miraba.

Quiero vivir mi mundo… en el cual ya no se pueda morir. Quiero estar en mi mundo contigo… se acercó más a la chica y la besó, la besó apasionadamente, con todas sus fuerzas. Al separar sus labios, la chica abrazó a Bill y dijo casi en un susurro.

Te amo. Y nuestro amor será eterno…

Así lo será… terminó diciendo Bill, con una suave sonrisa en su rostro.

Luego, se tomaron de las manos y caminaron juntos hacia el mar, buscando la entrada hasta el fantástico mundo que Bill tanto imaginaba en su mente infinita.

Fin.-